Buenos Aires, 3 sep (dpa) – La ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) enfrentará el próximo 26 de febrero el primer juicio desde que dejó el poder, informaron hoy fuentes judiciales.
Ese día el Tribunal Oral en lo Criminal Federal número 2 de Buenos Aires comenzará a juzgarla, junto a otros imputados, por los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta en una presunta manipulación de la adjudicación de obras públicas durante su Gobierno en favor del empresario Lázaro Báez, cercano a su familia, indicó el Centro de Información Judicial (CIJ).
Además de Fernández de Kirchner se sentarán en el banquillo de los acusados el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, el ex secretario de Obras Públicas José López y Báez, dueño del Grupo Austral, entre otros. Los tres se encuentran detenidos por diferentes investigaciones judiciales.
La ex jefa de Estado afronta un escenario judicial adverso, con varios procesamientos, acusaciones y tres causas ya elevadas a juicio por supuestos delitos de corrupción o irregularidades durante sus ocho años al frente del país.
Fernández de Kirchner está protegida por los fueros parlamentarios como senadora de la opositora Unidad Ciudadana peronista, esto es que puede ser juzgada pero no encarcelada, y sus propiedades sólo pueden ser registradas con autorización previa de la Cámara de Senadores, como ya sucedió días atrás como parte del caso conocido como los «cuadernos de la corrupción», la trama de presuntos pagos de sobornos de empresarios a funcionarios kirchneristas.
En ese caso, justamente, Fernández de Kirchner reiteró hoy que no formó parte de una asociación ilícita dedicada presuntamente a beneficiar a empresarios con contratos de obra pública a cambio de sobornos e insistió que es víctima de una «persecución» judicial.
«Estamos en presencia de una supuesta investigación que carece de todo contenido jurídico (…) que, de manera torpe, busca distraer la atención de la opinión pública frente a una debacle política, económica y social que ya nadie puede ocultar», afirmó Kirchner en un escrito que presentó en los tribunales federales de Buenos Aires.
Allí acudió a declarar por segunda vez ante el juez federal Claudio Bonadio, a quien volvió a criticar por supuesta parcialidad en su contra. Según la ex jefa de Estado, se encuentra «juzgada por un juez enemigo o por un no juez» que, a su criterio, «arma» expedientes judiciales que «carecen de todo contenido jurídico».
«Ni siquiera en tiempos de la Inquisición se atrevieron a tanto», expresó después de enumerar una serie de supuestas irregularidades cometidas por Bonadio en la investigación, entre ellas el registro de tres viviendas en busca de evidencias.
El de hoy se trató del segundo encuentro entre Kirchner y Bonadio en tres semanas como parte de la investigación; el anterior había sido el 13 de agosto. Al igual que en la primera oportunidad, la ex presidenta argentina se negó a responder preguntas del juez e hizo un descargo por escrito.
Se espera que en los próximos días Bonadio, que actúa en otras investigaciones contra Kirchner, decida si la procesa o no e incluso si solicita su arresto, que deberá ser evaluado por el Senado.
La causa judicial se inició hace poco más de un mes cuando el diario «La Nación» reveló en una investigación periodística las anotaciones que entre 2005 y 2015 llevó a cabo un ex chofer oficial en ocho cuadernos, en los que detalló con fechas, domicilios, nombres y montos los supuestos sobornos de empresarios a funcionarios de Fernández de Kirchner y de su esposo, Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido en 2010.
Por Gabriel Tuñez (dpa)