Mientras Venezuela se hunde, Maduro decide “regalarle” gas a Trinidad & Tobago

La irracionalidad y la incompetencia del gobierno venezolano no tienen límites. Todas las decisiones que anuncia el presidente Nicolás Maduro parecen carecer de sentido común e ir en detrimento de su propio país.

Cuando el asunto de la “reconversión monetaria” colmaba los portales de noticias, ya Maduro estaba pensando en su próximo plan desastroso para empeorar aún más la situación de Venezuela.

Esta semana fue del conocimiento público que Venezuela y su vecina nación Trinidad y Tobago suscribieron un acuerdo en materia energética en el que Venezuela se compromete a suministrar gas (a precio regalado) desde el campo “Dragón” en Venezuela hasta la plataforma “Hibiscus” de la empresa Shell en el noroeste de Trinidad.

Supuestamente este acuerdo “beneficia” a ambas naciones. Pero evidentemente no es así, sino que se trata de otra torpeza más del gobierno venezolano en la que, mientras su pueblo se muere de hambre, se decide arbitrariamente subvencionar el gas a Trinidad a costa de los recursos de los venezolanos.

Mientras tanto, en Trinidad ahora mismo están festejando la llegada del “gas barato”. Así lo señalan en primera página varios periódicos de ese país como el diario local “The Guardian”.

Por supuesto el primer ministro trinitario Keith Rowley, calificó la firma del acuerdo como “un momento histórico” para su país y aseguró que con este convenio Trinidad logrará salvar su industria.

“Es posible que hayamos podido salvar nuestra industria al obtener una fuente segura de gas para el sector de transformación. Puede que con el tiempo también nos permita ver la expansión del sector aguas abajo y las inversiones allí, siempre que podamos demostrar a los inversionistas que tenemos una corriente asegurada de gas “, precisó Rowley durante una rueda de prensa en Venezuela.

¿Pero, qué hay detrás de este acuerdo?

En los últimos años Trinidad ha sufrido una escasez tremenda de gas y no ha realizado ninguna inversión en su sector petroquímico. Con esta “ganga” que le otorga Venezuela a los trinitarios, el gas no sólo serviría para apoyar el desarrollo de ese país, sino que el costo será mucho menor del que la National Gas Company (NGC) de Trinidad, pagaba a sus proveedores actuales de gas.

El primer ministro trinitario indicó que el ducto que transportará el gas del campo venezolano Dragon a la plataforma Hibiscus de Shell será construido y será propiedad de una empresa conjunta entre NGC y Shell Trinidad. Según afirmó el propio presidente Keith Rowley el costo estimado de la construcción de la tubería es de más de 1 mil millones de dólares TITI.

No obstante, lo que es realmente grave es que ni el presidente venezolano, Nicolás Maduro ni el presidente de Trinidad y Tobago Keith Rowley revelaron cuál sería ese precio de gas “barato” que Venezuela le ofrece a Trinidad, asegurando de que se trataba de una “confidencialidad comercial”. Es decir, estamos en presencia de un acuerdo con precios “secretos” y de un nivel de corrupción muy descarado contra los venezolanos.

Ante esto, es inevitable no desesperarse. Es inevitable no cuestionar los métodos de Maduro para “salvar” a su país de la crisis económica que atraviesa. Pareciera más bien, un circo orquestado en donde los títeres del espectáculo siguen siendo los venezolanos.

S.A.P