Washington, 17 ago (dpa) – El embajador de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, manifestó hoy a dpa que si el Gobierno de Daniel Ortega se niega al diálogo de buena fe, el siguiente paso sería la aplicación de la Carta Democrática, que puede llevar en último término a la suspensión de Nicaragua en la organización.
El principal objetivo del recién creado Grupo de Trabajo para Nicaragua, que integran 12 países miembro de la OEA, entre ellos Estados Unidos, es que el Gobierno de Ortega se siente a una mesa para negociar «de buena fe», destacó Trujillo.
«Queremos que el Gobierno de Ortega regrese al diálogo. Si el Gobierno de Nicaragua se niega al diálogo, si se niega a tener cualquier tipo de conversación, el próximo paso es aplicar la Carta Democrática», defendió el embajador norteamericano.
La suspensión de un país a la que puede llevar esa medida es el mayor castigo que puede imponer la Organización de Estados Americanos (OEA) a sus miembros.
Hasta ahora solo uno ha sido suspendido bajo la aplicación de la Carta Democrática. Se trata de Honduras, tras el golpe de Estado de 2009.
La organización aprobó en junio una resolución que inicia la senda para suspender a Venezuela, pero esta no ha progresado, al menos de momento, por la falta de los votos necesarios para ello.
En el caso de Nicaragua tampoco sería fácil conseguir los 24 votos precisos para ello.
El país centroamericano atraviesa su peor crisis en décadas. Desde que el 18 de abril arrancaron las protestas contra el Gobierno de Ortega han muerto al menos 450 personas, según organizaciones de derechos humanos. El ex guerrillero sandinista reconoce 198 muertos.
El diálogo nacional entre el Ejecutivo y la oposición arrancó a mediados de mayo con la mediación de la Iglesia católica, pero quedó suspendido poco después de su inicio.
En entrevista telefónica con dpa, Trujillo evitó decir cuál sería el horizonte temporal en el que debería ponerse en marcha la búsqueda de esa medida. «Vamos a esperar que el Gobierno de Ortega regrese al diálogo», dijo.
Aseguró que «siempre está abierta» la puerta del Grupo de Trabajo para que Nicaragua se ponga en contacto con él a través de su embajador ante la OEA. De momento, indicó, «no se han acercado».
El Grupo de Trabajo para Nicaragua celebró el jueves su primera reunión formal, en la que fueron elegidos Canadá y Chile como coordinador y co-coordinador, aunque ya antes estuvo celebrando reuniones informales, que se pretenden mantener también.
Está integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guyana, México, Panamá y Perú. Su creación se aprobó a principios de mes con una resolución que tuvo el voto de 20 de los 34 países que se sientan en el consejo permanente de la OEA.
Tiene el objetivo de contribuir a la búsqueda de soluciones para la peor crisis en décadas en Nicaragua, con el establecimiento de un diálogo nacional como foco principal.
El Gobierno de Ortega lo rechaza y lo ha calificado de «injerencista». El Parlamento nicaragüense, dominado por el gobernante Frente Sandinista, aprobó el jueves una declaración de «repudio».
Trujillo evitó responder directamente a si el Grupo de Trabajo tiene intención de intentar ir a Nicaragua. «Nosotros tenemos que seguir el diálogo con la sociedad civil. La gran mayoría está en Nicaragua. Vamos a hacer todo lo posible para seguir la conversación con ellos», indicó.
El diplomático rechazó la posibilidad de que Estados Unidos deje en suspenso las posibles sanciones a Nicaragua mientras el Grupo de Trabajo de la OEA intenta contribuir a una solución de la crisis.
«Lo que la OEA hace está al margen de los intereses estadounidenses bilaterales. El Gobierno estadounidense va a hacer todo lo posible para que el Gobierno nicaragüense tenga la presión necesaria para regresar al diálogo», señaló.
Estados Unidos impuso el 5 de julio sanciones contra el círculo de Ortega y su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo. Ese día congeló a tres funcionarios sus activos en el país y prohibió hacer transacciones con ellos. «Son un comienzo, no un final, de sanciones potenciales», ha advertido la Casa Blanca, aunque desde entonces no se han aprobado más.
CARLOS TRUJILLO
El diplomático, de 35 años, se ha puesto a la cabeza de las críticas a Daniel Ortega en la OEA. De 35 años y padres cubanos, Trujillo asumió como vigésimo embajador estadounidense ante la organización panamericana en mayo, en una ceremonia en la Casa Blanca presidida por el vicepresidente Mike Pence que estuvo marcada por las críticas a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Trujillo llegó a Washington desde Florida.
Por Sara Barderas (dpa)
