Entran en vigor el martes las sanciones de Estados Unidos contra Irán

Teherán/Washington/Bruselas, 6 ago (dpa) – Las sanciones de Estados Unidos contra Irán tras la salida de Washington del acuerdo nuclear con Teherán de 2015 entrarán en vigor este martes a las 04:00 GMT, en medio de nuevos cruces verbales entre los presidentes Donald Trump y Hasan Rohani por la reimposición de medidas.

En un comunicado en el que se refirió a Irán como una «dictadura asesina», Trump volvió a defender la retirada de su país del «horrible» acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Alemania, Francia, Reino Unido, China, Rusia y Estados Unidos con el país persa para impedir que Teherán fabricara una bomba atómica a cambio del levantamiento de sanciones en su contra.

El acuerdo, dijo Trump, sólo supuso dinero para un Gobierno que expande la violencia y el caos. Trump se mostró satisfecho de que «numerosas empresas internacionales hayan anunciado ya su intención de abandonar el mercado iraní».

Estados Unidos ejercerá «la máxima presión económica» sobre el Gobierno de Teherán, añadió Trump, que sin embargo dejó clara su apertura a una renegociación del acuerdo nuclear. «Sigo abierto a lograr un acuerdo más completo que trate en toda su amplitud las actividades malignas del régimen, incluido su programa misilístico y su apoyo al terrorismo», dijo.

Horas después, Rohani se dirigió al pueblo iraní en un discurso televisado en el que afirmó que el país se mantendrá en el acuerdo. «Pese a las sanciones, le mostraremos al mundo que mantenemos nuestra palabra y que respetamos los pactos internacionales», dijo en una entevista con la emisora estatal IRIB.

Las sanciones constituyen «una guerra psicológica» de los estadounidenses contra Teherán, agregó Rohani. Pero Irán sobrellevará la situación con solidaridad y unidad tanto desde la cúpula dirigencial como el pueblo, dijo.

También dijo estar satisfecho con las reacciones políticas de Rusia, China y los países europeos, que decidieron mantener el acuerdo, aunque reconoció que en términos prácticos hay problemas con empresas que por diversos motivos quieren cesar sus actividades en Irán a causa de las sanciones. El Gobierno iraní continuará buscando intensivamente soluciones junto sus aliados, afirmó.

Rohani indicó además que está abierto al diálogo con Washington pero a cambio de que Estados Unidos ofrezca disculpas y compensar al país por diferentes acciones contra Teherán desde 1953. «Estados Unidos nos debe algo y tiene que disculparse con nosotros, no nosotros con ellos», expresó.

Consideró además que las negociaciones deben estar orientadas a la búsqueda de resultados y basadas en la sinceridad, algo que el presidente estadounidense no ha consegido demostrar con la salida del país de varios acuerdos internacionales, sostuvo. Si eso cambia, Irán está listo para comenzar otra vez las conversaciones, añadió.

En un primer paso, Washington pretende que Irán no pueda comprar dólares ni tampoco comerciar con oro y metales preciosos, así como prohibir el comercio con determinados metales y materias primas y software industrial. También afectan al sector automotor y a la exportación de alimentos y alfombras.

Estados Unidos prevé además una segunda ronda de sanciones en noviembre con un objetivo mucho más dañino: la industria petrolera del país persa, crucial para la economía de Teherán.

Las sanciones llegan en un momento de máxima presión para Rohani, reelegido hace un año como presidente y celebrado como un «sultán reformista» en las redes sociales. Ya antes de la entrada en vigor de las sanciones, el país cayó en la peor crisis económica de su historia, viendo cómo la divisa perdía más de la mitad de su valor.

El miedo a que las sanciones empeoren la situación es grande y no es fácil de conjurar con retórica o palabras de aliento. Rohani es objeto de las críticas por todas partes: los radicales, que al igual que Trump fueron contrarios al acuerdo nuclear desde un principio, consideran fracasada su política reformista y exigen su dimisión. Pero también sus seguidores parecen haber perdido la esperanza.

La situación se agrava debido a las protestas que estallaron en diversas ciudades del país en los últimos días, que no sólo se dirigen contra la crisis financiera sino también, y especialmente, contra la política del régimen en general. Y uno de los temas que más protestas provocan es la intervención del país en conflictos regionales como los de Siria o Yemen, el apoyo a la milicia libanesa Hizbolá, al palestino Hamas o a grupos chiitas en Irak.

Mucha gente en el país se pregunta por qué Teherán envía millones a esos grupos que apoya mientras el pueblo sufre una crisis financiera y necesita ese dinero. Precisamente un cambio de política regional es uno de los objetivos que busca Estados Unidos con esta vuelta de tuerca de presión a Teherán, además de lograr un acuerdo nuclear más favorable.

Mientras tanto, Alemania, Francia y Reino Unido, los países europeos firmantes del acuerdo nuclear y la Unión Europa (UE) quieren salvar el acuerdo. Por eso reafirmaron hoy su oposición a las sanciones y anunciaron que, coincidiendo con ese paso de Washington, el martes entrará en vigor su «estatuto de bloqueo» actualizado, una ley que pretende defender a las empresas europeas de las sanciones estadounidenses.

La ley pretende conseguir que las empresas europeas ignoren la amenaza de sanciones estadounidenses, entre otras cosas con indemnizaciones a posibles costes y pérdidas que puedan sufrir.

Los ministros de Exteriores de Reino Unido, Jeremy Hunt; de Alemania, Heiko Maas, y Francia, Jean-Yves Le Drian, así como la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, afirmaron estar trabajando para mantener el sistema de pago internacional para los negocios de petróleo y gas con Irán.