Managua, 30 jul (dpa) – El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, culpó hoy a Estados Unidos de la crisis que enfrenta el país desde abril y reiteró que no abandonará el poder ni celebrará comicios anticipados, mientras la Casa Blanca le instó a llamar a “elecciones libres, justas y transparentes”.
En una entrevista a la cadena europea Euronews, Ortega aseguró que la cifra de más de 300 muertos en menos de tres meses que reportan organismos de derechos humanos locales y extranjeros es «falsa» y está «manipulada», y que el Gobierno registra 195 decesos.
«La verdad es que enfrentamos a un enemigo poderoso, que intervino militarmente en Nicaragua en diferentes ocasiones: Estados Unidos», dijo el gobernante de 72 años, que gobernó en la década de 1980 y volvió al poder en 2007.
Como «prueba» de su afirmación dijo que Estados Unidos financia a ONGs locales con fondos «que luego se desvían para desestabilizar al país, provocar violencia y estimular a grupos armados (y provocar) acciones terroristas».
Ortega aseguró que «no es todo el pueblo, (sino) una parte de la población» la que exige su renuncia y dijo desconocer una reciente encuesta que reveló que un 79 por ciento de los nicaragüenses lo quiere fuera del Gobierno.
«No hay ningún país del mundo donde una parte de la población no tenga malestar», alegó.
Ortega rechazó denuncias de Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIH) de que su Gobierno maneja fuerzas paramilitares y aseguró que esos grupos fueron «organizados por los golpistas y por la derecha».
Pero al ser consultado sobre los numerosos videos donde se observa a paramilitares operando junto a la Policía, dijo que se trata de «policías voluntarios» que en ocasiones «van enmascarados».
También rechazó la demanda de la opositora Alianza Cívica de adelantar las elecciones. «Aquí tenemos normas constitucionales y nuestro período electoral culmina en noviembre de 2021», advirtió señalando que lo contrario podría «desestabilizar» a toda Centroamérica.
Al negar denuncias de nepotismo, Ortega dijo que su esposa Rosario Murillo asumió la vicepresidencia en 2017 por ser «militante sandinista» y que sus ocho hijos manejan empresas de comunicación «porque estudiaron periodismo» y que «eso no es delito».
La entrevista a Euronews coincidió con otra que este lunes difundió CNN en español. Días antes, la cadena estadounidense Fox y la venezolana Telesur también hablaron con Ortega, que rompió así un silencio de nueve años sin dar entrevistas. Desde 2007 no ha brindado ni una sola rueda de prensa.
Consultado por CNN, Ortega descartó celebrar un referéndum para que el pueblo decida un adelanto de elecciones, y en cambio propuso «crear las condiciones para fortalecer» el diálogo con apoyo de las Naciones Unidas y «otros organismos» que no identificó.
Nicaragua vive una profunda crisis desde abril, cuando una protesta estudiantil derivó en manifestaciones contra Ortega tras la violenta acción de policías y fuerzas paramilitares. ONG de derechos humanos reportan hasta 448 muertos y más de 2.800 heridos, así como cientos de detenidos y desaparecidos.
Mientras, en un comunicado de la Casa Blanca, Estados Unidos declaró que las «elecciones libres, justas y transparentes son el único camino para restaurar las democracia en Nicaragua».
El informe advirtió a Ortega que habrá más sanciones si continúa la situación de violencia y respaldó la mediación de la Iglesia católica en un diálogo nacional después de que el mandatario calificara de golpistas a los obispos.
«A través de esas sanciones, Estados Unidos demuestra que hace rendir cuentas a oficiales del régimen que autorizan la violencia y los abusos o que roban al pueblo nicaragüense. Son un comienzo, no un final, de sanciones potenciales», señaló la Casa Blanca.
Tras calificar a Ortega y a Murillo de «responsables últimos» de la violencia de los grupos paramilitares en Nicaragua, Estados Unidos anunció que ha otorgado 1,5 millones de dólares de ayuda «para apoyar la libertad y la democracia» destinados a la sociedad civil, organizaciones de derechos humanos y medios independientes.
En tanto, en Managua, periodistas independientes realizaron un «plantón» de protesta para exigir respeto a la libertad de información y en contra de nuevos ataques y secuestros de reporteros ocurridos el fin de semana.
“Los periodistas estamos en riesgo y podríamos ser parte de esa lista macabra de más de 400 personas asesinadas” en menos de cuatro meses, dijo Gustavo Bermúdez, presidente de la Asociación de Periodistas de Nicaragua (APN).
Mientras, en León (occidente) cientos de personas se manifestaron en las calles en contra de una orden del Gobierno para reabrir la Universidad Nacional en esa ciudad, que como el resto de entidades de educación superior permanece cerrada desde fines de abril.
Por Gabriela Selser (dpa)
