La Constitución cubana reconocerá la propiedad privada y limitará mandatos

Cuba

CubaLa Habana, 19 jul (dpa) – El Parlamento cubano se reúne el próximo sábado en sesión plenaria para presentar el proyecto de reforma constitucional que reconocerá la propiedad privada, el papel del mercado en la economía y la limitación de mandatos presidenciales, pero manteniendo el sistema político de partido único.

Medios oficiales adelantaron algunas partes de la elaboración del nuevo texto que reconocerá las «nuevas formas de propiedad, entre ellas la privada», pero que conserva como «principios esenciales la propiedad socialista del pueblo sobre los medios fundamentales de producción».

La nueva Constitución buscará darle un respaldo legal a lo que ya es una realidad en la isla tras las reformas emprendidas durante la presidencia de Raúl Castro, que permitió una apertura a la gestión privada de pequeños sectores de la economía después de décadas de monopolio estatal.

Alquiler de viviendas, bares y cafeterías han vivido un «boom» gracias al aumento del turismo, pero también servicios como peluquerías o talleres mecánicos, que afloran a lo largo de las ciudades.

De los 150.000 trabajadores autónomos que había en la isla cuando en 2008 inició Raúl Castro sus reformas, en la actualidad hay 591.000 personas en el empleo privado, lo que representa un 13 por ciento de la fuerza laboral del país.

Aunque muchos trabajadores ya operaban en el sector privado, la pequeña y mediana empresa necesitaba todavía estar amparada en la Constitución, por lo que un nuevo texto debía superar el desfase entre la realidad de los cambios socioeconómicos y la vigente legalidad. Hasta que se dé a conocer el texto, la gran incógnita es saber cual será el alcance de la apertura económica.

El texto reafirmará el carácter socialista del sistema político cubano y el papel del Partido Comunista de Cuba (PCC) como «fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado», por lo que no están previstas reformas políticas hacia el pluripartidismo.

La Constitución mantendrá también la gratuidad del sistema público universal de salud y educación, las dos grandes banderas de la Revolución cubana.

Actualmente el presidente cubano es elegido para encabezar el Consejo de Estado y de Ministros por los diputados que forman el poder legislativo, que se reúne dos veces al año en forma plenaria.

Con la reforma se mantendrán los cargos de presidente y vicepresidente del Ejecutivo, pero además también pasarán a serlo del Parlamento. Entre las novedades institucionales está la recuperación de la figura de un primer binistro, que existió hasta 1976 cuando se aprobó la actual carta magna.

El presidente será elegido «por un periodo de cinco años, y puede ejercer ese cargo hasta dos mandatos consecutivos, luego de lo cual no lo puede desempeñar nuevamente», señalará el nuevo texto.

El anteproyecto consta de 244 artículos en los que se mantendrá la libertad religiosa, será explícita la no discriminación por identidad de género, aunque los medios oficiales no precisaron si se reconocerán los matrimonios homosexuales como pide la comunidad LGTB y que suscita el rechazo de algunas iglesias evangélicas.

La nueva Carta Magna también reconocerá «la importancia de la inversión extranjera para el desarrollo económico del país, con las debidas garantías». Las autoridades cubanas han señalado que necesitan más de 2.500 millones de dólares anuales de inversión extranjera para desarrollar la economía nacional, por lo que la apertura al exterior es una necesidad vital.

La comisión parlamentaria que ha redactado el anteproyecto de la reforma está compuesta por 33 diputados y dirigida por el ex mandatario Raúl Castro, que ya no es el presidente de Cuba pero se mantiene al frente del poderoso Partido Comunista de Cuba (PCC) hasta 2021, cuando la organización política celebre su congreso.

Durante tres días, del miércoles al viernes, los diputados la estudiarán dentro de las comisiones parlamentarias a las que pertenecen, y entre el sábado y el lunes se discutirá en reunión plenaria. Luego se abrirá un proceso de consultas populares que terminará con un referéndum, para el que aún no hay fecha.

Por Guillermo Nova (dpa)