Managua, 27 jun (dpa) – Líderes de las protestas sociales contra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, llamaron hoy a la población a iniciar una nueva etapa de “desobediencia civil” y “resistencia cívica” contra el Gobierno.
“Tenemos que agruparnos en los barrios, organizarnos cívicamente para defender nuestra vida pero sin dejar de luchar”, dijo la dirigente campesina Francisca Ramírez en una rueda de prensa.
Admitió que en los últimos días grupos de paramilitares enviados por el Gobierno han disuelto numerosos “tranques” (barricadas) puestos por campesinos y estudiantes en las carreteras.
“Algunos ‘tranques’ cerca de Managua los han quitado, pero los volveremos a poner porque son nuestro instrumento de protesta pacífica», dijo Ramírez junto a varios dirigentes de estudiantes que mantienen ocupada la Universidad Nacional Autónoma (UNAN).
A 70 días de la protesta que se inició el 18 de abril, el Gobierno habría recuperado fuerza en las calles, donde por las noches se movilizan hombres encapuchados y fuertemente armados que provocan terror entre la población.
En su portal oficial «El 19», el Gobierno aseguró hoy que en varios municipios del país han «comenzado las tareas de limpieza», quitando las barricadas de las calles «para garantizar la movilidad y seguridad para la salud y la paz».
Si bien no se ha decretado un estado de sitio, las autoridades tendrían control de las ciudades de León, Matagalpa, Estelí y la propia Managua, donde la opositora Alianza Civica suspendió sus manifestaciones pacíficas desde el pasado viernes.
“Ortega creó un monstruo que no podrá controlar: bandas de pandilleros, turbas y sicarios capaces de los crímenes más atroces”, declaró a dpa el sociólogo Oscar René Vargas.
Ahora “la resistencia ciudadana debe continuar a través de mecanismos que minimicen la pérdida de vidas”, dijo el catedrático opositor Félix Maradiaga al diario local “La Prensa” y agregó que “la salida no está a la vuelta de la esquina”.
Maradiaga, director de un conocido instituto de investigaciones, regresó el martes a Managua después de una visita a Estados Unidos, donde denunció al Gobierno. Durante su ausencia fue señalado por la Policía como el supuesto jefe de un “complot terrorista”, acusación que negó.
El académico dijo “no ver avances” en las conversaciones entre la Administración de Ortega y la opositora Alianza Cívica. Recordó que en Venezuela el diálogo “fue utilizado por el Gobierno (solo) para ganar oxígeno, porque no hay voluntad política para buscar la paz”.
Maradiaga instó a los opositores a realizar acciones de desobediencia civil, como no pagar impuestos y participar en una nueva huelga nacional. “Desconozcamos la autoridad estatal y a cada una de sus instituciones”, afirmó.
La crisis ha dejado ya 285 muertos, 1.500 heridos y 156 desaparecidos, según el más reciente informe de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH, independiente). El Gobierno sólo reporta 47 fallecidos.
Mientras, cinco dirigentes estudiantiles fueron detenidos el martes en Ciudad Darío, provincia de Matagalpa (norte). “Ellos fueron secuestrados y exigimos su liberación inmediata”, dijo Pablo Cuevas, de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos (CPDH).
“La situación es muy preocupante. Esperamos que cese la violencia y la violación a los derechos humanos”, declaró al canal 15 de televisión Alicia Londoño, miembro de una misión la ONU para los Derechos Humanos que llegó esta semana al país.