Managua, 15 jun (dpa) – La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, dijo hoy que su esposo, el presidente Daniel Ortega, está librando “una lucha contra el odio” y las “prácticas oscuras”, en alusión a las protestas cívicas que han puesto en crisis al Gobierno en los últimos dos meses.
En sus habituales declaraciones del mediodía a medios oficiales, Murillo, de 66 años, afirmó que jamás había visto un conflicto de semejantes proporciones antes del 18 de abril, cuando tuvo lugar la primera manifestación estudiantil en el país.
“Es una lucha contra el odio, contra el rencor, contra afanes que de verdad son tenebrosos; prácticas que de verdad son oscuras (…) Prácticas indignas, vejámenes, torturas, crímenes de odio en todo el país”, afirmó en aparente alusión a los opositores.
Las protestas comenzaron con esa manifestación de estudiantes contra una reforma al Seguro Social, pero se multiplicaron a raíz de la violenta acción de la Policía y fuerzas de choque del Gobierno, a las que luego se unieron paramilitares contra civiles desarmados.
Según organismos de derechos humanos independientes, 200 personas han muerto y más de 1.400 resultaron heridas desde abril, en su mayoría jóvenes que fallecieron baleados por policías y otros grupos armados. El Gobierno sólo reconoce 46 decesos.
«Sabemos que, como devotos y creyentes, esos crímenes de odio, esos rencores, esos sentimientos oscuros, no entran en nuestra alma. Y una de las luchas mayores que libramos es para no caer en la tentación y librarnos del mal”, añadió Murillo, que acostumbra hacer invocaciones por radio y televisión.
Finalmente, aseguró que tanto ella como Ortega desean que el diálogo nacional que se reanudó este viernes con la opositora Alianza Cívica sea exitoso y conlleve a la pacificación del país.
“Queremos que cese la violencia. Queremos que cese el odio. Queremos que se extinga la oscuridad y que nuestro cuerpo esté lleno de luz, nuestro espíritu esté lleno de luz, que no tenga parte alguna de tinieblas, que sea todo luminoso”, puntualizó.