La CIDH ve su visita a Nicaragua como un punto de inflexión

Washington, 23 may (dpa) – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cree que su reciente visita a Nicaragua para investigar la violencia en el marco de las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega puede haber supuesto un punto de inflexión en la actitud del Ejecutivo sandinista.

«Creo que hay un resultado práctico en la visita que no sabemos si es temporal, pero queremos creer que pueda estar indicando un punto de inflexión», manifestó hoy el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao, en un encuentro con periodistas en Washington a su regreso de Nicaragua. El Gobierno de Ortega «salió de una posición de negación» al aceptar las recomendaciones de la Comisión, dijo.

La CIDH, con sede en la capital estadounidense, es un organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se encarga de velar por el respeto a los derechos humanos en el continente.

Las protestas contra el Gobierno de Ortega comenzaron a mediados de abril tras una reforma de la seguridad social aprobada por decreto que tocaba el sistema de pensiones. El informe preliminar de la comisión cifra en 76 personas las que murieron en el marco de esas protestas y en 868 los heridos. Fueron detenidas 438.

Abrao valoró especialmente que el Gobierno nicaragüense haya aceptado la cifra de muertos de la CIDH como la oficial. Hasta entonces, el Ejecutivo de Ortega hablaba de una decena. La cifra de muertos incluye también a agentes de policía y a ciudadanos que murieron en accidentes en el marco de las protestas.

El secretario ejecutivo de la Comisión destacó además que tras un «uso de la fuerza letal» por parte de las fuerzas de seguridad, en los cinco días que la CIDH estuvo en el país centroamericano no se produjo ninguna muerte más.

No obstante, llamó contemplar con prudencia el posible punto de inflexión en la situación. «Todo va a depender de la postura que el Estado vaya a adoptar (a partir de ahora)», dijo.

Tanto él como la relatora para Nicaragua, Antonia Urrejola, que habló mediante videoconferencia con la prensa en Washington, describieron la situación que encontraron en el país centroamericano como más grave de lo que pensaban inicialmente.

«La visión nuestra al llegar a Nicaragua era distinta a lo que vimos. Luego de casi cinco días nos vamos con una visión bastante más grave de lo que pensábamos», manifestó Urrejola.

La visita de la CIDH, que concluyó a principios de esta semana, fue una condición que pusieron los sectores sociales que lideran las protestas para sentarse a una mesa de diálogo con el Gobierno que se celebra bajo la mediación de la Iglesia católica.

En el marco de ese diálogo es en el que el Gobierno de Ortega aceptó el martes las recomendaciones de la Comisión, entre las que se encuentra el seguimiento por parte de la misma. «Salimos estableciendo como condición un plan de seguimiento de visitas y la mesa de diálogo lo aprobó», dijo Abrao.

Sobre la base de su informe preliminar, la CIDH se dispone ahora a realizar uno final sobre la visita. El equipo que la realizó salió de Nicaragua con «maletas» de documentos, según dijeron hoy fuentes de la Comisión. Abrao evitó dar plazos para la publicación del mismo. «Será lo más temprano posible porque la situación es urgente».

Por Sara Barderas (dpa)