Aquisgrán (Alemania), 10 may (dpa) – El presidente francés, Emmanuel Macron, llamó hoy a Alemania a sumarse a sus propuestas para relanzar la Unión Europea y dejar atrás el «fetichismo» del superávit presupuestario y comercial en pos de una mayor solidaridad y convergencia que reviva al bloque sacudido por divisiones.
«Estos últimos años, Europa ha estado dividida: entre la Europa del norte y la del sur por la crisis financiera y entre la Europa del este y la del oeste por la migración. Debemos recrear la solidaridad de cara a los desafíos de cada uno», dijo el mandatario galo al ser distinguido con el Premio Carlomagno por su visión de una nueva Europa.
El Gobierno de Merkel se viene resistiendo a una política de mayores gastos y sólo se ha comprometido a incrementar su cuota tras la salida del Reino Unido («Brexit»).
Macron dijo que había visto «una Alemania ambiciosa, que ama a Europa, que aclama a Europa» pero que también había voces en Alemania que sugerían que Francia no era seria y que quería reformar Europa siguiendo sus propios intereses.
«¡Despierten! Francia ha cambiado», dijo Macron en una apasionada alocución ante personalidades y mandatarios europeos entre los que se encontraba el rey Felipe VI de España. «Francia ha hecho las reformas tan esperadas. Francia quiere una Europa para Europa, no para sí».
«Pero en Alemania no puede haber un eterno fetichismo del superávit presupuestario y comercial, porque estos se logran a costa de los otros», criticó en dirección a la canciller Angela Merkel, quien pronunció poco antes el discurso laudatorio.
Un año después de asumir la presidencia francesa, Macron abogó por construir la nueva Europa sobre la base de una mayor solidaridad y convergencia. «Creo en una eurozona más fuerte, más integrada, con su propio presupuesto que permita inversiones y convergencia», sostuvo.
Merkel elogió el entusiasmo y el valor de Macron. «Estás lleno de ideas y has revitalizado el debate de la política europea con nuevas propuestas (…) Me alegra que podamos trabajar juntos», dijo la líder germana, quien se dirigió repetidamente a su par francés como «querido Emmanuel».
Sin embargo, la líder germana una vez más evitó dar una respuesta concreta a las ambiciosas propuestas del francés. «Junto con Francia estamos convencidos de que necesitamos el resurgimiento de Europa», dijo Merkel y aseguró que acordará con Macron propuestas que serán presentadas en la próxima cumbre de la Unión Europa de junio.
Un día antes, el nuevo ministro alemán de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, había pronosticado que el Estado alemán recaudará hasta 2022 unos 63.300 millones (75.300 millones de dólares) más de impuestos que los calculados inicialmente. Scholz dijo que el dinero destinado a algunas inversiones pero no mencionó nada sobre una mayor contribución a la Unión Europea.
Macron destacó la buena cooperación con Alemania, pero urgió a la acción en vista de las crisis en el mundo y de la escalada de la violencia en el Cercano Oriente. «No podemos esperar, tenemos que hacer algo ahora».
Merkel coincidió en la necesidad de fortalecer la cooperación en la eurozona y de profundizar la política del exterior y de seguridad. «Nos escuchamos mutuamente y al final encontramos caminos comunes. Ese es el desafío y la magia de Europa».
Macron aboga por crear un presupuesto común de la eurozona y la figura de un ministro europeo de Finanzas para evitar crisis como la de hace una década. En su alocución enumeró cuatro «imperativos categóricos» para Europa: «No seamos débiles, no nos dividamos, no seamos temerosos y no esperemos».
Europa debe construir su propia soberanía y no dejar que otras potencia rijan su destino. «Nos hemos decidido a crear paz y estabilidad en Cercano y Medio Oriente», dijo en reacción a la salida de Estados Unidos del acuerdo para limitar las actividades nucleares de Irán y la imposición de nuevas sanciones.
El Premio Carlomagno se otorga en la ciudad alemana de Aquisgrán desde el año 1950. Ostenta el honor se de ser el premio más antiguo y conocido con el que son distinguidas tanto personalidades como instituciones cuyas sobresalientes aportaciones al ámbito político, económico y espiritual hayan servido para fomentar la unidad en Europa.
El galardón internacional comenzó por la iniciativa de un grupo de personas destacadas de la ciudad alemana de Aquisgrán, situada junto a la frontera con Bélgica y Holanda.
Allí tuvo su residencia Carlomagno (747/748-814), rey de los francos, de Italia y emperador del Sacro Imperio Romano, que unificó buena parte de Europa Occidental en su imperio. Aunque su reino se partiría de nuevo en varios Estados durante la alta Edad Media, se lo recuerda como un predecesor de la unidad de Europa.
Por Christian Böhmer, Georg Ismar y Elke Silberer (dpa)