Teherán/Moscú, 30 abr (dpa) – La Justicia iraní ordenó oficialmente la prohibición inmediata de la app de telecomunicaciones Telegram en el país, según informó hoy la agencia de noticias Tasnim.
Tras meses de discusiones, el clero y los seguidores de la línea dura se impusieron finalmente a la postura del presidente, Hassan Rohani, quien abogaba por un uso más libre de Internet.
La prohibición fue considerada por los expertos como un duro golpe en política interior para Rohani, su Gobierno y el movimiento reformista al completo.
Un portavoz de la Fiscalía aseguró en Teherán que hubo numerosas denuncias contra la aplicación, pero no aclaró de dónde surgieron estas denuncias.
Debido al cifrado de la app, Telegram es muy popular por los opositores en muchos países. Al igual que con WhatsApp o Facebook Messenger, Telegram permite chatear, enviar fotos y videos o llamar por teléfono, y también abonarse a determinados canales.
Más de la mitad de los 80 millones de iraníes utilizan Telegram y no sólo como medio de comunicación, sino también para su trabajo. Los médicos envían muchas veces resultados de análisis a sus pacientes a través de esta aplicación.
La Justicia aseguró que la app ponía en peligro la seguridad del país y apuntó que el atentado de la milicia terrorista Estado Islámico (EI) del año pasado en Teherán fue coordinado a través de Telegram. Además, consideró que la aplicación era utilizada para «fines inmorales» como la pornografía.
Sin embargo, algunos analistas consideran que la prohibición se debió a que la app sirvió como medio de comunicación entre los manifestantes que protagonizaron las protestas opositoras de fin de año en el país.
Las imágenes y las informaciones sobre esas manifestaciones fueron transmitidas dentro y fuera del país a través de Telegram, y luego fueron utilizadas por los medios de todo el mundo. A raíz de esto, el clero y el ala de línea dura demandan un control estatal de Internet.
En reemplazo de Telegram, éstos sugieren utilizar la app Soroush, desarrollada en Irán, que ofrece a sus usuarios emoticones con figuras de pequeñas mujeres cubiertas con mensajes políticos, como «Abajo Israel» o «Abajo Estados Unidos».
La mayoría de los iraníes teme que sus datos sean guardados y controlados por el Estado si utilizan este medio de comunicación. Por eso, Soroush tiene hasta el momento sólo cinco millones de usuarios, en comparación con los 40 millones de Telegram.
Expertos en tecnología creen que los iraníes no deberán renunciar a Telegram, ya que podrán acceder utilizando los llamados túneles VPN. Muchos lo hacen desde hace años con otras app prohibidas como Twitter o Facebook. La Justicia dice que esto no será posible con Telegram.
A principios de abril, un tribunal de Moscú también ordenó el bloqueo de la app en Rusia, contra lo que protestaron hoy miles de personas. El Servicio Federal de Seguridad (FSB) exige recibir el cifrado del programa.
Entre 7.000 y 12.000 personas participaron en las protestas de hoy en la capital rusa, que también pidieron una mayor libertad en Internet. El líder opositor Alexey Navalny, presente en las manifestaciones, instó a los rusos a resistir la «irracionalidad» de las autoridades.