El Parlamento de Nicaragua crea la “Comisión de la Verdad”

Managua, 29 abr (dpa) – El Parlamento de Nicaragua, dominado por el gobernante Frente Sandinista, formó hoy una Comisión de la Verdad para investigar la muerte de decenas de jóvenes durante protestas estudiantiles disueltas a balazos por la Policía, anunció el portal oficial «El 19».

La nueva instancia, cuya creación se aprobó en sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional, estará integrada por expertos cuyo objetivo será «tirar luces de verdad sobre los acontecimientos que han llenado de luto y tristeza a los nicaragüenses», dijo el diputado sandinista Wálmaro Gutiérrez.

La Cámara está integrada por 91 diputados, de los cuales 63 pertenecen al partido sandinista y el resto a pequeñas bancadas de partidos opositores que aceptaron participar en las elecciones generales de 2016, cuando el presidente Daniel Ortega fue reelegido por segunda vez y su esposa, Rosario Murillo, fue designada vicepresidenta.

Organizaciones de derechos humanos independientes reportaron que la semana pasada murieron entre 40 y 60 jóvenes en cinco días de enfrentamientos, los que se fueron extendiendo tras la acción policial sobre una primera protesta pacífica en contra de una reforma a la seguridad social. El Gobierno ha reconocido solamente diez fallecimientos.

Al respecto, el no gubernamental Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP) demandó hoy «una investigación independiente» sobre los acontecimientos ocurridos y sugirió la participación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en ese proceso.

En un comunicado, el IEEPP respaldó el diálogo convocado por Ortega, que tendrá como mediadores a los obispos de Nicaragua y su finalidad sería «la democratización» del país.

El Gobierno convocó para el lunes una marcha en apoyo de Ortega, tras una manifestación pacífica organizada por la Iglesia el sábado y a la que asistieron varios miles de personas.

La marcha, bajo el lema «Por la paz y el diálogo, todos con Daniel», se realizará en la llamada Plaza de las Victorias, en una zona céntrica de Managua muy próxima al sector donde ocurrieron los enfrentamientos entre estudiantes y policías.

Se trata de la primera movilización que realicen el Gobierno y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en el poder hace 11 años, después de los sangrientos incidentes de la semana pasada.

Por su parte, en entrevista exclusiva con dpa, el poeta y sacerdote Ernesto Cardenal (Granada, 1925) dijo que «no debe haber diálogo», sino que debe elegirse «otro gobierno, una república democrática».

«El diálogo no tiene sentido porque el diálogo es para entenderse, y nosotros no nos podemos entender», dijo el autor de «El Evangelio de Solentiname», que hace dos años se declaró «perseguido» por Ortega y por su esposa, a quienes acusó de dirigir «una dictadura».

«Lo que queremos es que haya otro Gobierno, una república democrática. ¿Para qué diálogo? Nada de diálogo», insistió al ser consultado sobre las pláticas que se espera se realicen con mediación de cinco obispos de la Iglesia católica, en fecha aún no divulgada.

Autor de «Epigramas» y «Cántico Cósmico» entre una vasta obra literaria, Ernesto Cardenal es a sus 93 años el poeta vivo más importante de Nicaragua. En la década de 1970 fundó en la isla de Solentiname, sur del país, una comunidad de pintores y poetas que luego apoyaron a las guerrillas del Frente Sandinista.

Cardenal, ministro de Cultura durante la revolución sandinista (1979-1990), opinó que fueron «proféticas» las palabras de su hermano Fernando, sacerdote jesuita que dirigió la campaña de alfabetización y falleció en 2016: «Mi esperanza es que los jóvenes vuelvan a las calles a hacer historia».

«Ahora repentinamente en todo el país han surgido los jóvenes en protestas, tomándose las calles. Algo que no se esperaba porque la juventud parecía dormida, o que sobre ella había caído una losa sepulcral. Mi hermano lo habrá visto ahora desde la eternidad. Nicaragua en todas partes ha resucitado», afirmó.

Divorciado de Ortega y del Frente Sandinista desde hace dos décadas, Cardenal criticó la «locura y arrogancia» del Gobierno, en especial los más de 130 gigantescos árboles luminosos de hierro que Murillo instaló años atrás en distintas zonas de Managua, varios de los cuales fueron quemados y derribados durante las protestas.

«En un país tropical, de selva feroz, los árboles verdaderos estaban siendo talados y plantados árboles secos, de hierro, con un derroche de luz eléctrica que no le llega al pobre. País con alamedas de colores locos y un gobierno de locura y arrogancia», sentenció el poeta.

Por Sonia González (dpa)