Madrid, 27 abr (dpa) – La condena más leve de lo esperado a cinco acusados de una violación grupal en España generó críticas de medios y personalidades, pero también una opinión muy compartida desde un entorno bien diferente: una pequeña comunidad de monjas de clausura.
Las hermanas Carmelitas Descalzas de Hondarribia, en el norte de España, publicaron un mensaje en Facebook en el que aluden a sus estrictas normas de vida para mostrar su apoyo a la denunciante, una chica que tenía 18 años en el momento de los hechos.
«Vivimos en clausura, llevamos un hábito casi hasta los tobillos, no salimos de noche (más que a Urgencias), no vamos a fiestas, no ingerimos alcohol y hemos hecho voto de castidad», señala el mensaje. «Es una opción que no nos hace mejores ni peores que nadie, aunque paradójicamente nos haga más libres y felices que a muchos».
«Y porque es una opción libre, defenderemos con todos los medios a nuestro alcance (este es uno) el derecho de todas las mujeres a hacer libremente lo contrario sin que sean juzgadas, violadas, amedrentadas, asesinadas o humilladas por ello», añade el texto redactado por Patricia, administradora del grupo de la comunidad.
El mensaje, compartido más de 2.000 veces en la red social, concluye en mayúsculas repitiendo el lema coreado por decenas de miles de personas en protestas de toda España en dirección a la joven víctima: «Hermana, yo sí te creo».
Los agresores, conocidos como «La Manada» por el nombre de un grupo de WhatsApp que compartían, conocieron a la chica en las populares fiestas taurinas de Sanfermines en 2016. Entrada la noche, la metieron en un portal y abusaron de ella mientras lo filmaban.
Los jueces vieron probados esos hechos, pero descartaron que se tratara de una violación al entender que no hubo violencia ni intimidación -requisitos de este delito- y condenaron a cada acusado solo por abusos a nueve años de cárcel.
El juicio y la sentencia indignaron a la opinión pública española en parte por la culpabilización de la víctima y el cuestionamiento de su actuación antes, durante y después de los hechos, el punto que ahora criticaron frontalmente las monjas en su mensaje.