Managua, 27 ab (dpa) – A mediados de abril, un movimiento espontáneo de estudiantes se lanzó a las calles de la capital de Nicaragua para protestar pacíficamente contra una reforma que aumentaba las cuotas al Seguro Social.
La reacción de la Policía, criticada de desmedida, y de grupos de choque del Gobierno hizo que las manifestaciones se extendieran a una docena de ciudades del país. Las protestas, consideradas por analistas políticos como la mayor rebelión cívica en los 11 años de Gobierno del presidente Daniel Ortega, han dejados decenas de muertos y heridos, según organizaciones de derechos humanos.
Esta es una cronología de los principales sucesos:
16 abril: El presidente del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), Roberto López, anuncia la aprobación de una reforma para “garantizar la sostenibilidad financiera” de la entidad estatal, en riesgo de quiebra por un déficit estimado extraoficialmente en 75 millones de dólares. López aclara que la reforma se aprobó sin llegar a un consenso con la empresa privada.
17 abril: El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, rechaza la reforma y advierte que la decisión unilateral del Gobierno «rompe el modelo de diálogo y consenso» que los empresarios mantenían con éste.
18 abril: Unas 60 personas que hacían un «plantón» en una zona comercial de Managua en rechazo a la reforma del INSS son atacadas con piedras y tubos de hierro por activistas vestidos con emblemas del Gobierno. Entre los heridos figuran 10 periodistas, varios de los cuales fueron golpeados y despojados de cámaras y filmadoras. Incidentes similares se registran en las ciudades de León (occidente) y Matagalpa (norte).
19 abril: La Policía disuelve con gases lacrimógenos y balas de goma una protesta de estudiantes frente a la Universidad Nacional Agraria. Se reportan tres muertos (uno de ellos un agente de policía) y la cifra de heridos asciende a 37. Las protestas se extienden a 11 ciudades del país y se suspenden las clases en todos los niveles de la educación. La vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, acusa a los universitarios de estar “manipulados” por «minúsculos grupos tóxicos».
20 abril: Los hechos violentos en Nicaragua reciben el rechazo mundial. El papa Francisco, Amnistía Internacional, la oficina de la ONU para los Derechos Humanos y los gobiernos de Alemania, España, Estados Unidos, México y Costa Rica piden detener la violencia. A estos países se les suman Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Perú, que llaman a «todos los sectores a deponer la confrontación y cesar los actos de fuerza».
Se contabilizan más de 50 heridos en las protestas. El presidente del Cosep urge instalar un diálogo con el Gobierno para “repartir los costos” de la reforma al INSS y convoca a una “marcha por la paz” para el día 23 de abril.
21 abril: Desconocidos asesinan de un balazo en la cabeza y por la espalda al periodista nicaragüense Ángel Eduardo Gahona, que cubría una protesta en la ciudad de Bluefields (surcaribe). Murillo dice que los muertos por los disturbios son “casi 10” y anuncia que el gobierno está dispuesto a “retomar la mesa y el modelo de diálogo.
22 abril: Ortega anuncia derogación de la reforma y confirma su disposición al diálogo, aunque rechaza la posición del Cosep que condicionó las pláticas al “cese inmediato de la represión policial”.
23 abril: Miles de personas participan en la «Caminata por la Paz», en la mayor movilización no partidista de las últimas décadas. A diferencia de otras manifestaciones, los activistas del Gobierno y la Policía se mantienen alejados de la zona.
24 abril: El cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Espiscopal, responde a la invitación de Ortega a participar en un diálogo y dice que los obispos asistirán «en carácter de mediador y testigo». Ortega reacciona casi de inmediato, confirmando su voluntad de dialogar. Los líderes de las protestas estudiantiles, atrincherados en la sede de la Upoli, exigen la destitución de ocho altos jefes de la Policía, a quienes responsabilizan por la muerte de decenas de jóvenes.
Conocidas figuras de la oposición como el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, y la poeta Gioconda Belli declaran que la única solución a la crisis es la renuncia de Ortega y de Murillo. El ex vicecanciller sandinista, Víctor Hugo Tinoco, propone el retiro de los Ortega mediante la renovación del actual tribunal electoral y la convocatoria a elecciones.
25 abril: El recién creado Movimiento Estudiantil 19 de Abril (M19A) anuncia su disposición de asistir a un diálogo con el Gobierno, bajo plenas garantías para su seguridad. Señalan que seguirán manteniendo en pie sus demandas, a las agregan ahora el cese del uso de la fuerza policial, el pago de indemnizaciones a los familiares de los fallecidos y la aparición con vida de unos 60 jóvenes aún desaparecidos.