Detectado el uso de redes de deriva a las proximidades de las Islas Baleares

El día 14 de agosto el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil localizó en la Fuente de su Cala (nordeste de Mallorca) un trozo de red con dos tortugas marinas jóvenes adornadas y muertas. Los indicios hicieron sospechar a los técnicos del Servicio de Recursos Marinos de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca que la red en cuestión no era un aparejo convencional y que podía tratarse de una red de deriva, prohibida desde el año 2002.

Gracias a la colaboración de Palma Aquàrium, donde se trasladaron las tortugas y que tenía las redes en depósito, el técnicos de la Dirección General de Pesca y Medio Marino, junto con los técnicos de Palma Aquàrium, pudieron inspeccionar las redes y confirmar las sospechas: la red localizada por la Guardia Civil era un trozo de red de enmallado de deriva destinada a la captura de grandes peces pelágicos (las mallas eran muy grandes, de 18 cm) que había llegado a las costas de Mallorca después de ir a la deriva durante cerca de dos semanas, el tiempo que se calcula que las tortugas estaban muertas.

A partir de los años ochenta, las redes de deriva, hasta entonces un aparejo tradicional para la captura de sardinas, se convirtieron en un problema medioambiental considerable ya que se empezaron a usar redes de malla ancha y de decenas de kilómetros de longitud. Estas grandes redes de deriva provocaron un incremento significativo de la mortalidad incidental de especies protegidas, en particular de cetáceos, tortugas marinas y tiburones, y la consiguiente inquietud internacional sobre el impacto ambiental. Con respecto a las Islas Baleares, está comprobado que incluso provocaron la muerte de cachalotes.

Al principio de los años noventa, la Asamblea General de laso Naciones Unidas va dictar una serie de resoluciones en que se reclamaba una moratoria sobre la pesca de altura a gran escala con redes de enmallado y deriva, hecho que impulsó la Unión Europea a adoptar legislación sobre la pesca con este tipo de artes. Como consecuencia, desde el 2002 todas laso redes de deriva, independientemente de la medida|tamaño, están prohibidas en aguas de la Unión Europea.

La reaparición de estas redes en la costa de Mallorca demuestra que se continúan utilizando en las aguas de la Unión Europea y que el actual marco legislativo presenta deficiencias. La reaparición de estas artes de pesca preocupa por|para las consecuencias medioambientales y de conservación de los recursos pesqueros pelágicos que comporta.

El archipiélago balear constituye uno área de pesca individualizada en el Mediterráneo occidental, con unos caladores que son explotados por una flota de características socioeconómicas y técnicas particulares, compuesta por 350 embarcaciones, el 80% de las cuales son de artes menores. La flota sólo pesca en aguas de las Islas Baleares y vende prácticamente toda la producción en el archipiélago. Por|Para una conjunción de características socioeconómicas y geográficas y una gestión conservadora de los recursos mediante reservas marinas, los caladores de las Islas Baleares son los mejor conservados del Mediterráneo español. Por eso, históricamente el Gobierno de las Islas Baleares ha reivindicado que sean tratados de manera independiente de los de las regiones peninsulares españolas.