El embarazo es mucho más que ese periodo que discurre entre que el cigoto queda implantado en el útero hasta que tiene lugar el parto. Acarrea tal número de cambios fisiológicos, metabólicos y morfológicos que no se entienden por completo hasta que no se pasa por tal periodo.
Elimpacto psicológico que generan tales modificaciones también suele ser de calado. Las diferentes situaciones del día a día se encajan de una manera diferente, y pueden aparecer cambios bruscos de humor. Y es que los niveles de las hormonas progesterona y estrógenos se duplican, lo que hace que las emociones afloren con más facilidad.
Los trastornos psicológicos también pueden hacer acto de presencia, desmontando esa idea de que el embarazo es siempre una etapa de felicidad y de bienestar, a la espera de lo que está por venir. La depresión, los ataques de pánico, el trastorno generalizado de ansiedad o a la fobia social son algunos de los más comunes, como recoge la revista BCMJ Medical Journal.
Con el objetivo de hacer más llevaderos estos cambios, hay muchas publicaciones especializadas que tratan de proveer a futuras madres y padres con información suficiente. No con fines médicos, dado que es fundamental el control por parte de un facultativo, pero sí para saber encajar tales modificaciones, anticiparse y asumirlas con normalidad.
Los cambios durante el embarazo
Somospapis.com recoge en sus páginas los cambios más significativos durante el embarazo. Los organiza mes a mes, ayudando a entender a una embarazada lo que está pasando en su cuerpo.
Como explican, en el primer mes los cambios pueden pasar desapercibidos para la mujer, o ser confundidos con los síntomas previos a la regla. Y es que son muchas las mujeres que sufren náuseas, vómitos, hinchazones o cambios de humor.
Síntomas que se intensifican en el segundo mes, donde también es habitual que la mujer se encuentre más cansada de lo habitual, con sueño constante. El 80% de las ellas experimenta náuseas y, aunque ello puede deberse a varios factores, una explicación la da la gonadotropina coriónica, que se sintetiza solo durante el embarazo. Según sea reemplazada por la progesterona, alrededor de la semana 12, tales molestias desaparecerán.
Al tercer mes, ya se notará la barriguita y, a partir del cuarto, pueden aparecer las manchas en la piel y los problemas de digestión, como el estreñimiento. Para prevenirlo o tratarlo y poder disfrutar del embarazo, se recomienda beber mucha agua y comer comidas blandas, además de hacer ejercicio.
A partir del quinto mes, el bebé ya podría responder a estímulos, y es común sentir sus primeras pataditas. La mujer puede sufrir hinchazón en brazos y tobillos, además de experimentar problemas de gases y ganas de ir al baño de forma más frecuente, por la presión en la vejiga. Son recomendables, entre otras cosas, los ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico.
Contracciones leves sin dolor, cambios de humor más intensos, cansancio e incomodidad, picores o calambres son otros de los síntomas que la mujer puede experimentar entre los meses restantes, hasta tener su bebé en brazos.
Consejos nutricionales
Llevar una alimentación sana y equilibrada es fundamental en cualquier etapa de la vida, pero más aún durante el embarazo. Los trastornos de la alimentación en el embarazo, de hecho, también entran dentro de los desórdenes psicológicos más comunes, según BCMJ Medical Journal, y su prevalencia es del 4,9%. Un estudio relacionó estos con el aumento de las posibilidades de que el parto fuera por cesárea o de sufrir depresión postparto.
El blog Somos Papis, como guía para madres y padres de familia, también dedica un apartado especial a los consejos nutricionales durante el embarazo, que ayuden a superar esa etapa de una forma saludable, y garantizar que el futuro hijo tenga todos los nutrientes que necesita para su desarrollo.
Se recomienda repartir la ingesta de alimentos en 5 o 6 tomas moderadas, comiendo con tranquilidad y masticando poco a poco para hacer bien la digestión. Hay que beber mucha agua y reducir los alimentos que pueden irritar el estómago, para mermar las posibilidades de ardores o náuseas.
El desayuno ha de ser variado y suficiente, con presencia de lácteos (siempre que se sea tolerante) que ayude a la flora intestinal. En cuanto a los antojos, asumir que se trata de un aspecto psicológico y no de una necesidad fisiológica. Se pueden cumplir, pero con moderación.
Cuando se es primerizo/a
Llega el momento de dar a luz y, aunque los padres no quepan en sí por el gozo si todo ha salido bien, también se intensifican las dudas, temores y miedos que conlleva la paternidad, la incertidumbre de si se estará a la altura de la crianza y educación de un hijo o hija. Ser padres no es fácil, y si es la primera vez, costará más mantener la calma que en las venideras.
Somos Papis también tiene consejos para quienes son primerizos. Hay que asumir que, siendo la primera vez, no se puede ser un experto en el cuidado del pequeño, y no hay que verse superados por pequeños errores. Es decir, tener paciencia y partir de que los primeros meses pueden ser muy duros.
El blog también recomienda no olvidarse de la pareja: “Conviene recordar que no somos los únicos con familia del mundo. A veces, en especial cuando el bebé o bebés llegan a edades maduras en la pareja, tenemos cierta tendencia a cuidar en exceso de nuestros hijos y darle más relevancia de la necesaria”, explican. El apoyo entre la propia pareja también es muy importante.
Nutrirse de información en sitios webs como este o a través de libros es recomendable, pero no puede ser motivo de obsesión. Es imposible tomar cada consejo al pie de la letra, porque cada cual tiene su contexto particular, sus necesidades. Lo único imprescindible es seguir las recomendaciones de los profesionales médicos.
El aspecto económico también puede traer a la familia más de un quebradero de cabeza. El bebé, recuerdan desde Somos Papis, no necesita más que unos padres que lo quieran y que se cubran sus necesidades básicas, así que hay que prescindir de todo lo que se considere innecesario.