El ping pong, un deporte para trabajar la mente

El ping pong es uno de los deportes en los que se realiza un mayor trabajo y desarrollo de la capacidad mental. Concentración y rapidez mental son fundamentales para ser un buen jugador de ping pong. El jugador necesitará, además, la mejor mesa de ping pong para ayudarle a desarrollar su juego y no perder  la concentración

El desarrollo de los juegos durante un partido de ping pong se realiza a gran velocidad, lo que obliga a los competidores a tomar una serie de decisiones cruciales para el desarrollo de los puntos en milésimas de segundo. En poco menos de un segundo, el jugador de ping pong debe visualizar la jugada para saber cómo moverse para recibir la pelota del rival y decidir cuál es el mejor golpe que puede realizar. Un proceso que se repite multitud de ocasiones durante un partido.

Podemos decir que para tener éxito en el juego de ping pong es vital contar una gran capacidad de concentración, rapidez  mental y relajación. El ping pong es un deporte ideal, por ello, para ejercitar nuestra mente.

El jugador de ping pong debe tener un gran autocontrol mental, que sólo se consigue mediante la práctica: hay que mejorar las capacidades propias, tanto mentales como físicas, mediante el entrenamiento regular.

Elegir la mesa de ping pong correcta, crucial

Pero en este deporte no todo es un aspecto mental, ya que un factor que puede influir también de forma decisiva en la naturaleza del juego es la elección de la mesa de ping pong. No contar con la mesa de juego adecuada, puede provocar que incluso el jugador más curtido y con la mayor fortaleza mental pueda perder su concentración.

Para cualquier jugador experimentado en este deporte, la elección de una mesa de ping pong pasa por que sea aquella que permita que el juego se desarrolle de forma fluida, facilitando la circulación de la pelota y no dando ventaja a ninguno de los contrincantes.

El primer factor que se debe tener en cuenta al elegir la mesa de ping pong es si esa mesa se utilizará para jugar en zonas exteriores o en interiores, ya que las características serán diferentes para cada tipo de mesa.

Otro factor a tener en cuenta es el espesor de la mesa: el grosor mínimo debe medir 16 mm y, por lo general, cuanto más grueso, el rebote de la pelota será más natural y de mejor calidad.

El material también es un elemento que no debe olvidarse pues condiciona la resistencia al arqueo. Existen resinas y maderas de gran calidad que tienen una mayor resistencia que los tableros de aglomerado.

Por último, y no por ello menos importante, debemos prestar atención a la estructura de la mesa de ping pong. Esta debe ser sólida y estable, para lo que será necesario un buen grosor de las patas y un diámetro de ruedas grande.