Descubre los rincones más escondidos de la isla más virgen de las Baleares: Formentera

La isla de Formentera se sitúa al sur de las Baleares a una distancia de 3,4 km del sur de Ibiza, con la que conforma las llamadas islas Pitiusas, nombre acuñado por los antiguos griegos y que hacía referencia al gran número de pinos que se podían encontrar en ambas islas. Es uno de los destinos más bonitos de las Baleares gracias a su mar turquesa de aguas cristalinas, a sus calas y cuevas y a los rincones en su geografía interior repleta de pueblos con encanto y una vegetación llena de contrastes entre bosques y dunas. Es una isla de apenas 83 km² pero que por su forma recortada, la hace extensa a nivel de costa y que además proporciona un sinfín de calas y golfos poco recorridos e intimistas.

A lo largo de los años Formentera se ha convertido en una de las islas que menos evolución ha presentado a nivel de infraestructuras con la voluntad de mantener su naturaleza y no romper con la biosfera única de la isla. De media los oriundos pueden gozar de casi 3.000 horas de sol al año, lo que la hace un destino muy recurrido en las épocas vacacionales y especialmente durante el verano.

La isla puede ser recorrida de múltiples maneras y se pueden conocer los rincones con más encanto de la misma a través de distintos medios de transporte. Los más recurridos: la bicicleta, los vehículos a motor de carretera como coches y motocicletas; y los barcos y veleros de corto calado. A continuación os presentamos varios puntos de interés a los que se podrá acceder con uno o alguno de estos medios de transporte.

La más pequeña de las Pitiusas es el territorio menos tocado por la mano del hombre y en la que conviven playas y dunas con bosques de sabinas y pinos

Por un lado está Es Caló de Sant Agustí, una pequeña población de tradición pesquera reconocida como interés turístico cultural en 2002. El paseo por los alrededores está lleno de contrastes: las pequeñas calas de arena de Ses Platgetes al oeste y los acantilados de la Mola al este. Muy cerca se encuentra el punto de partida de la ruta verde 25, que recorre íntegramente el camino histórico para subir a La Mola, conocido como el Camí de Sa Pujada. El nombre de estas rutas responde a la catalogación que ha hecho el gobierno rural sobre las posibles rutas y recorridos de la isla, a los que podréis acceder a través de las oficinas de turismo locales y su página web oficial.

Otro de los puntos de mayor interés de la isla es el Faro de la Mola, situado en el extremo este de la isla considerado como uno de los lugares más mágicos del mundo. Tanto es así que hasta Julio Verne en su libro «Héctor Servadac» hace mención de este rincón con encanto de la Pitiusa con un punto de vista rústico gracias a la presencia de ganado a su alrededor y un paisaje rural, al que acceder a través de la ruta verde 29.

El Estany des Peix es una pequeña laguna con acceso al mar a la que se puede acceder a través de carretera y también de embarcaciones de alquiler en Formentera en la que se pueden disfrutar de la práctica de deportes acuáticos y de playas cristalinas de poca profundidad. Otro lago con encanto pero que a diferencia del anterior, está prohibido el baño, es el Estany Pudent. Está situado entre las poblaciones de la Savina y de Es Pujols y es un lugar idóneo por el que pasear o acceder en bicicleta para disfrutar no sólo de su espectacular paisaje sino también de su fauna avícola, en el que se pueden avistar flamencos, garzas y ánades.

Finaliza este listado con la visita a la costa oriental de la isla situada entre el puerto de la Savina y Cala Saona en la que se puede disfrutar de una geografía curiosa escarpada por la acción del viento y las olas conocido como Sa Pedrera. Si accedemos a esta zona a través del mar, seremos capaces de disfrutar de su asombrosa riqueza marina si practicamos esnórquel o buceo.

Ya sea en bicicleta, coche o lancha, Formentera se puede disfrutar de muchas maneras y con todas ellas siempre encontrar un rincón tranquilo en el que dejar pasar el tiempo lejos de preocupaciones. Aún así, al ser una isla llena de contrastes se pueden encontrar también otras zonas en las que la adrenalina reine para practicar deportes acuáticos como el kitesurf, el windsurf, kayak o vela.