Vecinos del barrio de la Barceloneta de Barcelona han pedido que el Ayuntamiento aplique medidas «contundentes» para controlar el turismo incívico, un año después de las movilizaciones y tras el anuncio a principios de agosto de un plan de choque contra los apartamentos turísticos ilegales.
El miembro de la Asociación de vecinos de la Barceloneta, Oriol Casavella, ha valorado en declaraciones a Europa Press que las medidas tomadas por el consistorio –como convertir los apartamentos ilegales en pisos sociales a cambio de la multa y el control de la oferta fraudulenta en Internet– «son buenas pero no resuelven el problema completamente y llegan un poco tarde».
Vecinos, que se manifestaron este jueves y lo harán cada semana, proponen aumentar las inspecciones y agilizar el proceso para cerrar los apartamentos ilegales, que consideran «demasiado lento y burocrático».
También reclaman que las multas que se aplican a los turistas, que «se pasan por el forro» una vez retornan a su país de origen, según Casavella, sean efectivas cuando vuelvan a España y que tengan vetada la entrada en caso de impago.
NUEVAS REIVINDICACIONES.
Casavella ha explicado que los vecinos no cesan en las reivindicaciones y tienen nuevas demandas, como el control del ‘botellón’, el ruido y la prostitución, especialmente en la zona de discotecas de la Vila Olímpica.
Vecinos se quejan por los problemas de movilidad provocados por vehículos de alquiler como patinetes eléctricos y ‘segways’, de los que el Ayuntamiento hará un censo.
Además, lamentan la transformación del modelo de comercio del barrio: «Los establecimientos de comida rápida están sustituyendo a los restaurantes de toda la vida y están eliminando las tradiciones culinarias», ha opinado Casavella.
Aun así, dan un «voto de confianza» al Gobierno de Ada Colau y restan a la espera de una reunión con la concejal del distrito de Ciutat Vella, Gala Pin, que ya han solicitado.