El grupo criminal al que pertenecen los dos detenidos por robos en casas actuaron en unos 30 pisos

policiaLos dos miembros de un grupo criminal de Georgia detenidos el pasado sábado por robos en casas usaban el método del ‘bumping’ para acceder a las casas, según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa, en la que se comunica que uno de los sospechosos consiguió huir. La investigación sigue abierta.

Los arrestados son G.K., de 34 años, y B.G, de 29 años, ambos de nacionalidad georgiana y domicilio en Madrid, a los que se les acusa de una treintena de robos, todos en Gijón. En el momento de la detención les fueron intervenidos varias joyas y un ordenador portátil, que ya han sido devueltos a sus propietarios. Durante la intervención tres agentes sufrieron heridas leves, que no han precisado su baja laboral.

La detención se produjo en el marco de un dispositivo desplegado en el barrio de La Calzada donde habían sido localizados testigos plásticos -para señalizar las casas– en el marco de las puertas de dos inmuebles.

Fue una de las vecinas de la calle de Margarita Xirgu quien avisó de ruidos extraños y la presencia de dos individuos durante la tarde del pasado sábado, por lo que se estableció una vigilancia intensiva en los citados edificios que dio sus frutos a las 2.30 horas del pasado día 12, en el que fueron localizadas tres personas cuando pretendían acceder a los pisos señalados.

La investigación había comenzado el pasado abril, cuando se produjeron los primeros robos en viviendas por el método del ‘bumping’, utilizando llaves especializadas que permitían forzar la cerradura sin causarle daños aparentes. Asimismo, se detectó la presencia de unos filamentos de plástico que aparecían en el suelo de la entrada en los pisos forzados, entre el marco y la puerta, de los pisos del mismo bloque que no habían sido violentados.

Estos plásticos servían a los asaltantes para comprobar su los moradores de la vivienda se habían ausentado y si podían actuar sin verse sorprendidos. De esta forma habrían accedido a una treintena de pisos, todos ellos en Gijón, de los que se llevaban dinero, joyas y pequeños aparatos electrónicos. Los propietarios se encontraban su cerradura intacta, pero cerrada exclusivamente con el resbalón cuando la habían dejado con varios puntos de cierre de llave.