Primo… Demasiado dolor en el mundo

guerra-mundo“Demasiado dolor en el mundo, primo”, y lo peor de todo es que muchas veces intentamos mirar a otra parte; no vaya a ser que nos salpique…

Hoy me di una vuelta por varios medios digitales, de todo el mundo, y desde entonces tengo una pregunta en mi cabeza que no deja de dar vueltas… ¿el humano de que va?, o si lo prefieren ¿de qué vamos los humanos?, este mundo está muy enfermo, no es el descubrimiento del 2015, pero sigue siendo parte de nuestro fracaso como individuos.

No busco culpar a siglas o personas, pues todos tenemos lo nuestro, yo el primero, pero tampoco puedo negar u olvidar que los que están arriba hacen muy poco por los que “estamos a su sombra”.

Se supone que los líderes mundiales, nacionales o locales… deberían de proteger y cuidar a los suyos, sin destrozar a otros, pero no, en este mundo las cosas no son así.

Es doloroso ver como una madre roba para sus hijos, como un niño muere por un resfriado, como una anciana es desalojada por no poder pagar un alquiler, como un empresario se arruina, como un trabajador no tiene lo mínimo, como una nevera esta vacía… o como a un homosexual se le tira desde las alturas en nombre de una religión, ha pasado y esta pasando.

Es doloroso ver como maltratamos a los animales, como quemamos el planeta, como arrasamos los bosques, como tiramos cada dia toneladas de comida a la basura.

El ser humano es raro, es el único animal que roba en su gallinero, que mata a su sangre y que destroza su casa, es preocupante y doloroso ver como somos los humanos.

Somos una especie en vía de extinción.

No voy a levantar la bandera del “yo soy bueno”, ni la del “si se puede”, ya esta tarde para cambiar.

La sociedad global ha perdido el respeto por sus semejantes, en ocasiones, “contadas ocasiones”, el corazón nos pide una “higiene mental”, un poco de falsa moral y podemos colaborar con una ONG o decir que “somos estos o los otros”, pero en unas semanas ya no recordamos al niño con las moscas en la boca, al prisionero que unos terroristas en tierras lejanas le han prendido fuego (vivo), o a las focas “simpáticas” que matan a golpes.

Quizás nosotros hayamos perdido el tren para subirnos a un mundo mejor, puede ser, quizá usted no… quizás yo sí, pero los que aun están a tiempo de cuidar de la tierra que fuimos heredando y destruyendo son los que no han nacido, los que aun no conocen las palabras odio, hambre, corrupción, maldad.

¿Qué podemos hacer?, yo no sé que hará usted, yo quizás no haga nada, pero lo único que tengo claro es que el tiempo nunca retrocede.

Ignacio Fernández.