Bruselas, 15 ene (EFE).- La comunidad musulmana es una pieza clave en la lucha contra el terrorismo yihadista, ya que puede ayudar a restar atractivo a la «yihad» y aportar argumentos para «deconstruir» la narrativa de los terroristas, sostuvieron hoy en Bruselas expertos de la Unión Europea.
«Es importante que (esa comunidad) se sume» a la lucha contra la radicalización, señalaron los expertos que hoy analizaron los medios de que dispone la Unión Europea (UE) en materia antiterrorista y los ámbitos en los que los Veintiocho pueden avanzar.
Los expertos explicaron que los Estados miembros son con carácter general los únicos competentes para legislar en este ámbito y que las posibilidades de impulsar nuevas disposiciones pasan «no por imponer, sino por convencer».
Entre otros ámbitos, mencionaron la posibilidad de aumentar la cooperación entre Europol, Interpol, Frontex y el Centro de Análisis e Inteligencia de la UE, por ejemplo para mejorar la efectividad de los controles sobre los documentos o las personas con el objetivo de detectar a aquellos que puedan representar una amenaza.
También se refirieron a las conversaciones que los representantes europeos mantienen con los proveedores de servicios de internet para ver cómo combatir la propaganda terrorista en la red.
Los expertos indicaron que hoy en día muchos de los yihadistas no viajan a lugares en conflicto, sino que se radicalizan en prisión y son reclutados y reciben formación a través de internet.
Otro de los ámbitos en los que se quiere avanzar es en el control del tráfico de armas en la UE, muchas de las cuales proceden de los Balcanes, y de Libia.
Sobre los responsables de los atentados de la semana pasada en París, indicaron que «no responden al perfil típico de los combatientes extranjeros», europeos que parten a zonas de conflicto como Siria para sumarse a las filas yihadistas y que vuelven a Europa con la idea de atentar.
Los implicados «no eran lobos solitarios», sino que «funcionaban en red» y su «paso a la acción parece que estuvo coordinado».
Lo «nuevo» en los últimos atentados ha sido el uso de un «modus operandi casi militar», y el hecho de que algunos de los responsables no eran combatientes retornados.
Frente a la década de los 70, también han cambiado los objetivos contra los que se dirigen los ataques terroristas, ya que antes eran las embajadas, los ministerios y otros edificios similares, y hoy es el público en general.
Según datos de Europol, entre 3.000 y 5.000 ciudadanos de la Unión Europea han viajado a países en conflicto como Siria para unirse a grupos yihadistas, y la cifra total, sumando a las personas de terceros países, se situaría entre los 12.000 y los 18.000 personas.