Washington, 16 dic (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, condenó hoy el «atroz» ataque de los talibanes contra una escuela en Pakistán, que ha causado la muerte de al menos 136 personas y ha dejado heridas 80, y reiteró su compromiso con la lucha contra el terrorismo y el extremismo.
«Estados Unidos condena en los términos más fuertes el horrendo ataque», subrayó Obama en un comunicado divulgado por la Casa Blanca, en el que también dijo que «los corazones y oraciones» de los estadounidenses están con las víctimas de la masacre y sus familias.
Al golpear con su ataque a estudiantes y educadores, «los terroristas han mostrado una vez más su depravación», aseguró el mandatario.
«Estamos con el pueblo de Pakistán y reiteramos el compromiso de Estados Unidos de apoyar al Gobierno de Pakistán en sus esfuerzos para combatir el terrorismo y el extremismo, y para promover la paz y la estabilidad en la región», concluyó Obama.
Poco antes del comunicado con las declaraciones del presidente, EEUU ya había condenado el ataque «inhumano» y «sin sentido» a través de su embajador en Pakistán, Richard Olson.
«Pocos han sufrido más a manos de terroristas y extremistas que el pueblo de Pakistán», enfatizó Olson.
La matanza ocurrió en un colegio gestionado por los militares en la ciudad de Peshawar, en el noroeste del país, y ha causado la muerte al menos de 126 personas, la mayoría estudiantes, además de dejar heridas a otras 80.
El ataque comenzó antes del mediodía (sobre las 8.00 GMT) cuando 10 insurgentes vestidos con uniformes del Ejército irrumpieron en la escuela abriendo fuego y lanzando granadas contra niños y profesores, según dijo a Efe el portavoz de la Policía de Peshawar, Seid Wali.
Testigos presenciales explicaron a medios locales que los talibanes fueron de clase en clase disparando a los estudiantes.
El principal grupo talibán paquistaní, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), reivindicó el ataque y lo justificó asegurando que para el Ejército «nuestras familias son objetivos» en las operaciones militares lanzadas contra los insurgentes en las zonas tribales de Waziristán del Norte y Khyber.
