Palma, 16 oct (EFE).- El análisis de restos de ADN en una tumba exhumada el pasado mayo en Palma ha permitido a los investigadores de la Policía Nacional descartar el robo de un bebé en 1970 denunciado en 2013 por una mujer que desconfiaba de la muerte del niño al que había dado a luz prematuramente en Son Dureta.
Según ha informado hoy la Jefatura de Policía de Baleares en un comunicado, los agentes encargados del caso consultaron primero las fuentes documentales existentes, que reflejaban el nacimiento, muerte e inhumación del bebé con «una secuencia cronológica perfectamente plausible».
La familia que perdió el bebé disponía de una sepultura en propiedad donde habían sido depositado el cadáver dentro de un ataúd que la madre pensó posteriormente que estaba vacío.
Posteriormente se depositaron otros cadáveres de adultos en ese nicho, por lo que los investigadores optaron por exhumar la tumba y tomar muestras de tejido óseo de los restos que pudieran ser de un recién nacido.
Estas muestras se enviaron a la Comisaría General de Policía Científica, que ha determinado que se correspondían a un bebé de pocos días y que su ADN prueba que es miembro de la familia denunciante.
«No hubo robo de bebé sino una sucesión fatal de causas que comportaron el fallecimiento de un recién nacido prematuro, habiéndose respetado todo el procedimiento documental y legal», subraya la Policía.
Desde 2010, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Palma ha cerrado 20 investigaciones por denuncias de robos de bebés que en ningún caso han confirmado la comisión de hechos delictivos.
