La industria brasileña de defensa debe acompañar el papel del país en el mundo

6639291wSao Paulo, 11 sep (EFE).- La inversión de la industria de defensa en Brasil debe ser compatible con su peso regional e internacional, un escenario que debe otorgar garantías para el desarrollo del sector bélico, advirtieron hoy especialistas reunidos en Sao Paulo para un debate sobre el tema

«La importancia del país en el mundo es incompatible con su actual capacidad de defensa. La inversión en defensa es una alternativa económica para Brasil», señaló durante el foro el director del Departamento de Defensa de la Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), Jairo Cándido.

La falta de garantías para captar recursos para el sector y los constantes cortes en el presupuesto público son problemas que han impedido que se haga efectiva la llamada Estrategia Nacional de Defensa (END) propuesta por el Gobierno, indicaron los participantes del Foro «La industria de la defensa y el caso Gripen».

«La END sólo tiene un camino: monitorizar y controlar y controlar el territorio. Pero el país necesita reorganizar constantemente las Fuerzas Armadas, reestructurar la industria de defensa y la composición de los efectivos», apuntó Cándido.

Las directrices que forman la END fueron instituidas por un decreto de 2008 y, desde entonces, hay un enfoque especial en el «trinomio» de sectores estratégicos: cibernético, espacial y nuclear.

Para Cándido, el sector espacial, por ejemplo, es uno de los que más tiene por hacer, pues -a su juicio- no fue hecho para impulsar las investigaciones científicas y las inversiones en tecnologías de punta.

A pesar de que la visión estratégica evidencia una «evolución significativa» de las nuevas políticas de defensa, Cándido indicó que esa área todavía representa un «atraso» al ser comparada internacionalmente.

«Brasil gasta poco en defensa con relación a su PIB (producto interno bruto), aproximadamente un 1,5 %», resaltó el experto, quien encabezó el encuentro promovido por el Foro de Debates Brasilianas.org.

El especialista en seguridad internacional Gunther Rudzit consideró que la política estratégica de 2008 «buscó acomodar los intereses de las tres fuerzas -Aérea, Marina y Ejército-, pero cómo articular todo eso es el gran desafío».

«Falta un proyecto único para las tres fuerzas y un comando de control eficiente», evaluó Rudzit.

Existe, a pesar de las críticas, un crecimiento de inversiones, como el apuntado en el Panorama sobre Inversiones en los Sectores Militares, divulgado en 2013 por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES, de fomento).

El informe indicó que entre 2003 y 2012 las inversiones del sector aumentaron un 568 %, hasta los 10.100 millones de reales (unos 4.400 millones de dólares).

Las exportaciones del sector para 2014, según la Asociación Brasileña de las Industrias de Materiales de Defensa y Seguridad (Abimde), están calculadas en un valor de 2.800 millones de dólares.

En 2013, Brasil concluyó la compra de 36 aviones caza Gripen NG, de la fabricante sueca Saab, en un negocio por un valor de 4.500 millones de dólares, pero la adquisición, según Rudzit, puede que «no encaje» en las prioridades del END por haber atendido «intereses diplomáticos y políticos».

Los suecos Gripen-NG competían en el proceso de licitación, que demoró doce años desde que Brasil mostró el interés en la compra, con los Rafale franceses y los FA-118 Súper Hornet estadounidenses.