San Salvador, 13 ago (EFE).- La defensa del sacerdote católico español Antonio Rodríguez, acusado de colaborar con pandillas en El Salvador, dijo hoy que prevé que las etapas de instrucción de los dos casos en que se le involucra se demoren hasta el próximo año.
El abogado Nelson Flores, de la defensa del religioso, dijo a Efe que las audiencias iniciales de ambos procesos de instrucción podrían celebrarse «dentro de cinco a seis meses», por lo que «sería el próximo año».
La defensa, agregó, prepara la presentación de un recurso de amparo contra la decisión del pasado 5 de agosto del Tribunal Especializado de Instrucción B de San Salvador de dictar prisión provisional para el sacerdote.
Flores aclaró que aunque se le suspendiera la prisión provisional, Rodríguez tendrá que someterse a la instrucción, previa a un eventual juicio.
Al margen de los recursos locales, también se pedirán en los próximos días medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, explicó.
Flores refirió que Rodríguez continúa en un hospital privado de San Salvador, donde se encuentra desde el pasado viernes bajo vigilancia policial por problemas de hipertensión y diabetes.
El Instituto de Medicina Legal de la Corte Suprema de Justicia determinó, con base en exámenes solicitados por el Tribunal, que Rodríguez ya no requiere hospitalización, dijo hoy a los periodistas el director de esa dependencia, José Miguel Fortín.
Aclaró que corresponde al Tribunal «ordenar que (Rodríguez) regrese a su estado anterior» en la División de Investigación Criminal de la Policía, donde ha cumplido su arresto provisional.
La Fiscalía General de la República (FGR) vincula a Rodríguez en dos casos de supuesta colaboración con pandillas y en ambos le acusa de los delitos de asociaciones ilícitas, tráfico de influencias e introducción de objetos prohibidos en centros penitenciarios.
Rodríguez fue detenidos como parte de una amplia operación en la que, entre el 29 y el 30 de julio, fueron detenidas 127 personas implicadas en distintos delitos, sin vinculación con el caso del religioso español, según la Fiscalía.
El fiscal general salvadoreño, Luis Martínez, ha calificado en varias ocasiones a Rodríguez de «traidor a la sociedad» por su «colaboración con pandillas criminales».
El sacerdote ha asegurado que «nunca» introdujo objetos ilícitos a los centros penales, como teléfonos móviles, ni cometió los otros delitos que le imputa la FGR.
Rodríguez es un sacerdote pasionista, párroco de Mejicanos, cerca de San Salvador, donde trabaja desde hace varios años en la rehabilitación de pandilleros.