Oviedo, 5 jul (EFE).- La valoración de la calidad de vida de la población adulta del Principado en relación con su estado de salud ha mejorado entre los años 2008 y 2012, de tal manera que la puntuación media que los asturianos conceden a su estado de salud es de 77,3 puntos sobre un máximo de cien, 4,3 puntos más que en 2008.
Así se desprende de los datos obtenidos en la III Encuesta de Salud para Asturias y se recoge en un informe breve de este sondeo dedicado específicamente a la calidad de vida relacionada con la salud, informa el Gobierno asturiano.
La OMS define la calidad de vida como «la percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus expectativas, sus normas, sus inquietudes».
Se trata de un concepto muy amplio, influido por la salud física del sujeto, su estado psicológico, su nivel de independencia, sus relaciones sociales y su interacción con los elementos esenciales de su entorno.
La valoración de la calidad de vida relacionada con la salud se ha calculado con base en la escala del EQ-5D-5L, un instrumento genérico usado para caracterizar el estado de salud de un grupo o población.
En este modelo, que incluye una escala en la que se registra la autopercepción de la salud del entrevistado, el mejor estado de salud imaginable se corresponde con el cien y el peor, con el cero.
En esta escala, el autoposicionamiento de la población adulta asturiana se centra en 77,3 puntos, aunque con diferencias significativas por grupos.
Por ejemplo, los hombres declaran superiores niveles del estado de salud que las mujeres (79,6 frente a 75,2) y las personas con estudios primarios tienen una valoración peor de su estado de salud que las que tienen formación universitaria (72,8 frente a 82,8).
Llos ciudadanos que residen en zonas rurales y urbanas muestran también una opinión más positiva sobre su salud que los residentes en las cuencas mineras (78 en ambos con respecto a 74 en las dos comarcas mineras) y las personas de clase social más elevada se sienten más sanas que las que tienen menos recursos (82,4 frente a 72,2).
Los problemas de salud que aparecen con más frecuencia son dolor, malestar, ansiedad y depresión, aunque el 77 % de la población manifiesta que no padece dolores ni siente malestar.
En el caso de la ansiedad y la depresión, el 13 % de la población admite problemas de este tipo, un fenómeno mucho más frecuente en mujeres que en hombres (18% frente a un 7%).
