Moscú/Kiev, 1 jul (dpa) – Al menos cuatro personas murieron hoy el el este de Ucrania en un tiroteo, pocas horas después de que el presidente Petro Poroshenko anunciase el fin del alto el fuego y una ofensiva contra los separatistas prorrusos.
El autoproclamado gobierno de Donetsk informó de combates en la ciudad de Kramatorsk, en el pueblo de Karlivka y en el aeropuerto de Donetsk.
En Karamatorsk murieron cuatro personas y cinco resultaron heridas durante un tiroteo que alcanzó a un autobús. La prensa local también reportó ataques en Slaviansk y habló de un total de seis muertos.
«La operación en el este vuelve a estar en marcha desde primera hora de la mañana», informó el presidente del Parlamento ucraniano, Alexander Turchinov. «Nuestras Fuerzas Armadas están atacando las bases de los terroristas», dijo en referencia a los separtistas prorrusos.
Según el Ministerio de Defensa, el Ejército está llevan a cabo ataques aéreos y de artillería «para contrarrestar el riesgo evidente de que las bandas terroristas ataquen objetivos civiles».
A pesar de que Kiev haya reanudado los combates, Poroshenko aseguró que sigue aspirando a una solución pacífica del conflicto, según dijo en una conversación telefónia a la canciller alemana, Angela Merkel.
A última hora del lunes, Poroshenko anunció su decisión de no prolongar el alto el fuego y acusó a los insurgentes de destruir con «hechos criminales la oportunidad única de implementar el plan de paz».
Los insurgentes rechazaron hoy esas acusaciones y aseguraron que el «Ejército popular» había respetado el alto el fuego, mientras que los militares de Kiev lo habían roto «más de 200 veces».
Poroshenko se ha mostrado dispuesto a iniciar negociaciones políticas, pero únicamente si se implementan puntos fundamentales de su plan de paz, entre ellos un alto el fuego bilateral y el control fiable de la frontera ruso-ucraniana, según dijo a Merkel, al presidente francés, François Hollande, y al secretario de Estado norteamericano, John Kerry.
Según la enviada de Poroshenko para las regiones del este, Irina Gerashenko, todavía está sobre la mesa la celebración de una posible segunda ronda de conversaciones con los separatistas. «No excluyo que haya otra reunión del grupo de contacto», dijo Gerashenko a la prensa. «No en el este de Ucrania sino en Minsk», la capital de Bielorrusia.
Rusia criticó duramente la actitud y las decisiones de Poroshenko. El país necesita diálogo entre las partes en conflicto, no un nuevo baño de sangre, afirmó el presidente del Parlamento ruso (Duma), Serguei Narishkin. Además, Narishkin acusó a Occidente de cerrar lo ojos al sufrimiento de la población ucraniana: «Una guerra civil está bramando en medio de Europa y Occidente hace como si no se diese cuenta».
El Kremlin rechazó las críticas de Ucrania, que acusa a Moscú de no haber presionado lo suficiente a los separatistas. Rusia no es un actor en este conflicto interno, dijo el portavoz del Kremilin, Dmitri Peskov, al diario «Kommersant». Por lo tanto, la influencia rusa en los insurgentes es «limitada», explicó.
También el Ministerio de Exteriores ruso criticó el anuncio del fin del alto el fuego. Con la reanudación de los combates, Kiev dinamitó la importante iniciativa diplomática de Alemania, Rusia y Francia, afirmó el Ministerio.
En Moscú se espera con expectación un discurso sobre política exterior que dará esta tarde el presidente Vladimir Putin.