EE.UU. define la estrategia para el despliegue de asesores militares en Irak

6392040wWashington, 20 jun (EFE).- Estados Unidos trabaja en la estrategia para el envío a Irak de asesores militares que ayuden a repeler la ofensiva de los radicales suníes, mientras insistió hoy en el mensaje de unidad al primer ministro chií, Nuri al Maliki.

El portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, informó este viernes de que dos equipos empezarán a evaluar la situación del teatro de operaciones, el nivel de cohesión del Ejercito iraquí y determinarán las condiciones de seguridad para el envío de más asesores militares.

Los efectivos de esos dos equipos serán desplazados desde la embajada estadounidense en Bagdad (donde en la actualidad se acuartelan casi 400 militares) y entre tres y cinco equipos de asesoramiento volarán a Irak a partir de la próxima semana.

El despliegue se realizará con rapidez ya que volarán desde las bases dentro del área del Mando Central estadounidense (Centcom), que abarca la región militar de Oriente Medio.

«Esto no es una ocupación o una invasión», enfatizó Kirby.

El portavoz explicó que el movimiento se ha realizado a petición del gobierno iraquí y no hará falta firmar un acuerdo bilateral sobre el estatuto de las Fuerzas Armadas (SOFA), al tiempo que afirmó que se están asegurando de que sus soldados tienen las protecciones legales adecuadas.

La misión de esos militares será evaluar y asesorar a las fuerzas de seguridad iraquíes para reforzar su capacidad y se distribuirán en pequeños grupos, de una docena aproximadamente, que operarán con militares iraquíes desde «nivel de cuartel general, hasta el de brigada» principalmente en el norte de Irak, Bagdad y alrededores.

«Tenemos que hacernos primero una idea de qué nos espera (…) ésta aún no es la fase de marcación de objetivos, primero tenemos que obtener información para tener una mejor idea del teatro de operaciones. No hemos estado presentes en Irak desde finales de 2011», explicó Kirby.

El Pentágono no ha querido confirmar la composición de las fuerzas por seguridad pero este tipo de tarea normalmente las suelen llevar a cabo unidades de Fuerzas Especiales del Ejército, conocidos como «Boinas Verdes», que asesoran y entrenan en otros países a fuerzas locales.

El Gobierno estadounidense repitió el llamamiento de unidad a los líderes iraquíes para afrontar esta crisis así como la «urgencia» de la formación de Gobierno inclusivo, tras las elecciones del pasado 30 de abril, que tenga en cuenta a chiíes, suníes y kurdos.

El primer ministro, Nuri al-Maliki, «tiene que dar pasos adicionales para ser más inclusivo, para dirigir de una forma no sectaria», dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, que descartó cualquier presión por parte de EE.UU. y subrayó que «depende de los iraquíes» el futuro del país.

En este sentido, preguntada por la reunión que el embajador Robert Beecroft mantuvo con el político suní Ahmed Chalabi señaló que forma parte de una serie de reuniones que ha mantenido con una «variedad» de funcionarios en las últimas semanas.

«No es nuestro papel o nuestra elección decidir quiénes serán son los futuros líderes», enfatizó.

Mientras tanto, continúa sobre la mesa la opción de un ataque aéreo que mantiene divididos a republicanos y demócratas incluso en las filas de su propio partido y que el Pentágono ha advertido de que requiere de inteligencia fiable.

El senador demócrata Carl Levin, miembro del comité de Fuerzas Armadas, expresó hoy su apoyo a la estrategia de Obama y considero «prudente» la decisión de enviar un «pequeño número» de asesores para que cuenten con la información necesaria para tomar decisiones.

Levin dijo que los ataques aéreos sólo deberían llevarse a cabo si los líderes militares creen que pueden identificar objetivos de «gran valor» que pueden ayudar a tornar la situación con el «mínimo riesgo» de causar víctimas civiles y sin avivar el conflicto.

Además tendrían que darse otras dos condiciones, que todas las partes de la sociedad iraquí – chiíes, suníes, kurdos y minorías religiosas- se unieran para pedir «apoyo militar adicional» y si la sociedad y los países aliados en la región lo apoyan.