La UE aboga por la cooperación para combatir el extremismo en África

6388772wNairobi, 20 jun (EFE).- El comisario europeo de Desarrollo, Andris Piebalgs, aboga por reforzar la lucha contra la pobreza y la cooperación en seguridad para combatir el extremismo que alimenta el terrorismo y los conflictos en África.

«Tenemos que reforzar la lucha contra la pobreza y construir una sociedad más incluyente, porque ésa es la vía por la que pueden atraer a la gente: el uso extremista de la pobreza», explica Piebalgs en una entrevista con Efe.

El comisario europeo, que auspició ayer y hoy en Nairobi la firma de acuerdos de cooperación de la Unión Europea (UE) con una quincena de países de la región África, Caribe y Pacífico (ACP), subraya el papel de la cooperación europea en el continente africano.

«La UE -enfatiza- es el principal socio de desarrollo en África, a la que la Comisión Europea destina anualmente 4.000 millones de euros en subvenciones. Ningún continente, ningún país destina fondos al continente a esta escala».

Días después de que varios ataques reivindicados por el grupo islamista somalí Al Shabab provocaran cerca de 60 muertes en el noreste de Kenia, Piebalgs explica que la cooperación en materia de desarrollo puede contribuir a derrotar el extremismo, un fenómeno que «no es aislado» en este país y en muchos otros.

La receta del comisario europeo para combatir los conflictos que atraviesan el continente, desde República Centroafricana a Mali o Somalia, comienza con la cooperación para erradicar la pobreza.

«Todos estos países están muy afectados por la pobreza», una situación que, según dice, es explotada por ideologías extremistas.

Además, el titular europeo de Desarrollo reconoce que la cooperación en materia de seguridad con el continente africano debería ser «mucho más fuerte».

La UE apoya operaciones de paz en Somalia contra Al Shabab, que pretende instaurar un Estado islámico de corte wahabí en ese país, pero el comisario admite que estas operaciones «deberían ser más sofisticadas».

«Debería haber una solidaridad extrema con los países afectados -por el terrorismo-. No es algo simbólico, hay que decir que nunca se aceptará esta malvada forma de expresar la indignación», asevera.

La corrupción es otro de los obstáculos al desarrollo, tanto en África como en otros continentes, por lo que gran parte de las ayudas que la UE destina a los países de la ACP tienen la finalidad de mejorar «el buen gobierno» en la región.

A su juicio, «la corrupción es mala para cualquier tipo de desarrollo. Es importante apoyar la justicia independiente, porque la mejor forma de luchar contra la corrupción es el sistema judicial, con instituciones fuertes e independientes».

Respecto al futuro de las relaciones entre la ACP y la UE más allá de 2020, fecha en que expira el vigente Acuerdo de Cotonú de asociación entre estos estados, Piebalgs se muestra partidario de abrirlas a la «sociedad civil».

«Deberíamos superar la visión de que todas las decisiones vienen solo de los gobiernos, deberíamos ampliarlas y desarrollar una colaboración con la sociedad civil», defiende.

La transformación de la UE-ACP en un organismo «multilateral» fue reivindicada por mandatarios africanos como el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, durante la cumbre ministerial celebrada esta semana en Nairobi.

El responsable comunitario admite que el Acuerdo de Cotonú fue suscrito en 2000, cuando «el pasado colonial todavía era muy reciente», y que ahora la situación es «completamente diferente dentro de la UE y en nuestros países en desarrollo asociados».

En la definición de la nueva fase de cooperación que comenzará en 2020, cuando también concluye el undécimo Fondo de Desarrollo Europeo (que prevé 29.100 millones de euros en ayudas a 78 países de la ACP), pesarán las demandas de los países de acceder al mercado global.

El éxito de los estados de la región en su acceso a la economía internacional dependerá, en gran medida, de su situación política y de seguridad.

«Todo el mundo -concluye Andris Piebalgs- está de acuerdo con que la estabilidad es lo mejor para el comercio».

Desirée García