París, 27 may (dpa) – Cuando ganó el Abierto de tenis de Australia en enero su nombre, Stanislas Wawrinka, entró en una nueva dimensión, la de los favoritos, la de Rafael Nadal y Novak Djokovic, la de verse obligado a soportar una presión diferente a la del resto, una posición que no permite altibajos.
«Es todo lo que pasó desde el inicio de la temporada. Gané un Grand Slam, luego tuve un período difícil después de Miami. Volví y gané un torneo. Tuve altibajos», dijo el suizo en París después de caer el lunes ante el español Guillermo García-López en primera ronda de Roland Garros, una nueva parada de la montaña rusa en la que vive desde que se consagró en Australia.
«Por eso es por lo que digo que no estoy al nivel de Djokovic, Nadal o (Roger) Federer, porque ellos estuvieron ahí muchos años y ganaron todo», añadió.
Wawrinka, número tres del mundo con 29 años, llegó a la capital francesa como uno de los grandes favoritos tras ganar en Australia y Montecarlo, pero su viaje en París terminó después de 62 errores no forzados con un 6-4, 5-7, 6-2 y 6-0.
No sólo es el tenis, el físico y la fuerza mental lo que eleva actualmente a Djokovic y Nadal a un escalón superior al resto. Es su consistencia a lo largo de todo el año, el llegar torneo a torneo a las rondas finales.
Muchos jugadores del top 100 pueden jugar al tenis un día al nivel del número uno del mundo. Muchos menos son capaces de hacerlo varios partidos seguidos. El número aún se reduce más cuando se habla de disputar un torneo entero a la altura de los mejores. Pero lo que de verdad diferencia a Nadal y Djokovic del resto es su regularidad.
«Desde que gané un Grand Slam me di cuenta de que lo que han estado haciendo durante años es increíble», explicó Wawrinka. «Creo que todo el mundo lo sabe, pero a veces uno no se da cuenta de lo difícil que es lo que hacen, porque a veces los periodistas están cansados de verlos en la final, especialemente a Federer, que jugó tantas finales en tantos años».
El helvético, que venció a Djokovic y Nadal en Australia, aseguró que aún no encuentra la fórmula de lidiar con todo lo que rodea a las grandes raquetas.
«Me estaba sintiendo bien con la presión. Pero antes y después del partido no fue sólo la presión. Es una historia diferente. Ahora es un momento diferente de mi carrera. Tengo que volver a juntar el puzzle, pero de forma diferente que en el pasado porque después de ganar un Grand Slam, un Masters 1000 y ser número tres del mundo todo es diferente. Y todavía no encuentro todas las piezas».
Su rival del lunes, García-López, aseguró que la distancia entre los dos primeros del ranking y Wawrinka no se mide a nivel tenístico. «Me ha sorprendido que se haya venido abajo, sobre todo mentalmente», explicó García-López. «Lo que les diferencia puede ser el nivel mental».
Wawrinka, dueño de un tenis plano y potente que en Australia borró de la cancha a Nadal y a Djokovic, rompió una racha de 16 Grand Slam consecutivos ganados por el «Big Four», Nadal, Djokovic, Federer y Murray.
«Sé que puedo ganarlos, pero es diferente. Tengo que recomponer el puzzle, encontrar soluciones porque la presión es diferente. No digo que tengo más, sino que es diferente. Mis expectativas son diferentes», explicó el suizo.
«Lo digerí, pero siempre hay algo nuevo. Luego gané un Masters 1000, fueron victorias preciosas, pero quizás necesito volver a lo básico y estar feliz con las cosas simples».
Por Ignacio Encabo
