Madrid, 24 may (EFE).- El periodista José Apezarena, autor del libro «Felipe y Letizia, la conquista del trono», considera que los Príncipes de Asturias se complementan entre sí en beneficio de la Corona y que la Princesa ha contribuido a la nueva manera de expresarse del Príncipe con un discurso «convincente y cercano».
Este trabajo, editado por La Esfera de los Libros, examina lo ocurrido en la vida de don Felipe y doña Letizia desde su boda, de la que esta semana se ha celebrado el décimo aniversario, y analiza los cambios que han sufrido, cuál es su trabajo y qué futuro les espera, todo ello basado en un exhaustivo trabajo de documentación y datos procedentes del entorno del Heredero de la Corona.
En una entrevista con Efe, Apezarena (nacido en Pamplona en 1949) subraya que la Princesa ha aportado a la Casa Real «una mayor cercanía a la realidad» y destaca que el Heredero de la Corona y su esposa tienen en común que son dos personas «muy responsables», si bien con distintas formas de comportarse y diferentes ritmos de vida, de modo que «son bastante complementarios».
Además, elogia el modo en que doña Letizia participa «en todas las reuniones que se celebran en Zarzuela para diseñar estrategias» y su contribución a la nueva forma de expresarse de don Felipe, visualizada en su intervención en Buenos Aires ante el COI y en su último discurso de los Premios Príncipes de Asturias, con la que los españoles han descubierto a «una persona cercana, fiable y de peso».
El autor no es partidario de una abdicación del Rey y apela a la tradición de la Familia Real española, que ha apostado siempre por una sucesión biológica natural, aunque está convencido de que don Juan Carlos daría el relevo a su hijo, por sensatez y patriotismo, si sufriera limitaciones serias para desempeñar su trabajo.
Respecto al deterioro de la imagen de la Monarquía en las encuestas, reflexiona que el enfado de la población por la crisis alcanza a todas las instituciones y cree que la percepción puede mejorar con la recuperación económica, el trabajo del Príncipe -«que va a dar mucho juego», apunta- y las apariciones de las infantas Leonor y Sofía, que aportan «un elemento de imagen importante».
Alaba asimismo el ejercicio de transparencia «verdaderamente notable» que lleva a cabo el equipo del actual jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, visible en cuestiones como la salud del Monarca, y defiende que se aplique en las cuentas con igualdad de trato respecto a instituciones como el Congreso o el CGPJ, a las que no se les exige que expliquen en qué gastan cada euro.
Apezarena se muestra a favor de suprimir la prevalencia del varón sobre la mujer en la sucesión al trono y recalca que la propia Familia Real lo cree necesario, pero advierte de que para ello haría falta que los dos principales grupos parlamentarios se pusieran de acuerdo sobre el alcance concreto de una eventual reforma de la Constitución, que incluiría otros puntos.
En cuanto a los retos que afronta la Corona, el autor destaca la situación creada por la crisis -«Si España va mal, la Monarquía va mal», recuerda-, y el desafío independentista en Cataluña, una Comunidad a la que acude a menudo la Familia Real para «estar presentes y ganarse a la población», algo que a su juicio es necesario, «a pesar de que a veces les silben y les insulten».
El tercer desafío es «explicar con claridad a los españoles que la Monarquía es útil», más que una República si se tiene en cuenta la muy positiva contribución del Rey y el Príncipe a la imagen exterior del país en áreas como Iberoamérica, donde todos los presidentes conocen a don Felipe, y la experiencia acumulada por ambos durante tantos años, así como su importancia para la unidad de España.
También menciona entre los retos una evolución del proceso judicial sobre Iñaki Urdangarin que desemboque en un juicio y un veredicto justos que permitan cerrar definitivamente este caso ante los españoles, una vez que la población perciba que, si ha hecho algo delictivo, pagará por ello.