París, 22 may (EFE).- El candidato del Partido Popular Europeo (PPE) para la presidencia de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, criticó hoy las propuestas de los socialistas en el terreno económico porque «quieren gastar el dinero que no tienen» y aumentar el déficit público.
«Los socialistas quieren gastar el dinero que no tienen», señaló Juncker en una entrevista emitida hoy por la emisora de radio «France Info» en la que defendió su programa de reducir el agujero de las cuentas públicas como vía para la reactivación económica.
Insistió en que «no hay contradicción entre políticas presupuestarias rigurosas y políticas de crecimientos» y, aunque reconoció que «los sacrificios han sido duros» en países como Grecia y Portugal que han aplicado ajustes, las consecuencias en caso de no haberlos puesto en marcha hubieran sido peores.
La amenaza en ese caso es que «hubieran perdido toda soberanía», argumentó tras haber hecho notar que los elevados niveles del paro no se deben sólo a los ajustes, sino a las políticas que habían conducido a los desequilibrios presupuestarios.
Juncker reiteró que tras las elecciones al Parlamento Europeo que concluyen este domingo, y pese a las grandes expectativas en muchos países, como Francia, de la extrema derecha, no está dispuesto ni a trabajar ni a dialogar con esa corriente ideológica, y no aceptará ser presidente de la Comisión Europea si para ello depende de sus votos.
«Hay que distinguir entre los euro escépticos (…) y la extrema derecha» que «comporta otros peligros», señaló el líder conservador, que precisó que mientras con los primeros tiene intención de discutir, «con la extrema derecha no tendré ningún debate».
Preguntado sobre cuáles son a su juicio las cuestiones más urgentes para la Unión Europea, respondió que «todo lo que tiene que ver con la política económica y monetaria», la lucha contra el paro, en particular el juvenil o el comercio exterior.
Sobre este último punto, justificó la negociación del tratado de libre comercio con Estados Unidos -«la economía europea necesita ese tratado»- pero puntualizó que no hay que embarcarse en una negociación «ciega» para evitar que los estándares europeo que existen en materia de sanidad o de seguridad alimentaria no «sean laminados».