Bogotá, 22 may (dpa) – Óscar Iván Zuluaga saltó hace varios años del mundo de las empresas a la actividad pública y ahora tiene el objetivo de triunfar en las elecciones del domingo para volver a aplicar los ideales del ex presidente Álvaro Uribe, su mentor político.
El candidato del Centro Democrático fue elegido en una convención que ese partido opositor de derecha radical celebró en octubre pasado, en la cual la balanza fue inclinada sin duda por el respaldo que le dio Uribe.
Nacido hace 55 años en el municipio de Pensilvania, en el departamento de Caldas (centro-oeste), Zuluaga estudió economía en la Universidad Javeriana de Bogotá y obtuvo el título de Máster en Finanzas Públicas en la Universidad de Exeter (Inglaterra), con el propósito inicial de administrar una productora de acero de su familia.
Su salto a la vida política ocurrió en 1988, cuando fue elegido concejal de su pueblo, tras lo cual se desempeñó como alcalde entre 1990 y 1992.
Después de actuar en la política regional de Caldas pasó a una actividad de alcance nacional al postular al Senado en 2002 por una lista que respaldaba las aspiraciones presidenciales de Uribe, quien ese año fue elegido para su primer periodo como jefe de Estado.
Convertido en férreo defensor de la gestión de Uribe, Zuluaga fue uno de los fundadores del Partido Social de Unidad Nacional (U), que surgió de distintos sectores de derecha para respaldar las aspiraciones de reelección de su líder para el periodo 2006-2010.
Uribe lo designó en su segundo mandato como alto consejero presidencial y luego ministro de Hacienda, cargo en el cual fue catalogado como una de las principales figuras del gobierno.
Al mando de la economía de Colombia, Zuluaga tuvo que enfrentar la crisis financiera internacional de esos años, de la cual salió bien librado con el manejo de la tasa de cambio y las presiones inflacionarias.
El Congreso lo catalogó dos veces como «ministro del año» y en 2009 la revista «Emerging Markets» se refirió a él como «el mejor ministro de Finanzas de América Latina».
Eran épocas de alianzas políticas con el actual presidente Juan Manuel Santos, quien era ministro de Defensa de la administración Uribe.
Zuluaga y Santos no solo compartieron asiento en el gabinete, sino que estuvieron entre los principales impulsores del partido de la U, que tiempo después se dividió entre «uribistas» y «santistas».
Uribe se retiró entonces de ese partido y fundó uno más a la derecha, el Centro Democrático, al frente del cual pretende volver a aplicar las políticas de su gobierno a través de Zuluaga.
Los detractores de Zuluaga pregonan su aparente falta de liderazgo y aseguran que el candidato se limita a repetir un guión establecido de antemano por su jefe político con críticas al actual gobierno y, de forma especial, a las negociaciones de paz con la guerrilla de las FARC.
Serio, de pocas palabras e introvertido, de Zuluaga se dice que es poco carismático y que su estilo no ha logrado calar en el electorado, aunque las encuestas lo muestran con grandes posibilidades de disputar la segunda vuelta con Santos.
En las concentraciones políticas del Centro Democrático el que acapara la atención es Uribe, quien desde el 20 de julio ocupará un escaño en el Senado y sigue teniendo una gran popularidad, mientras que muchas veces el propio candidato presidencial ha sido visto en posiciones secundarias en las tarimas.
Zuluaga basó su campaña en promesas para fortalecer la seguridad, con el argumento de que el actual gobierno retrocedió en ese frente con respecto a los ocho años de Uribe en el poder.
Aunque hace algunos meses afirmaba que lo primero que haría al ingresar como presidente en la Casa de Nariño sería romper las negociaciones con las FARC, ahora dice que las continuaría si los guerrilleros se comprometen a dejar el terrorismo y romper sus vínculos con el narcotráfico.