«Salven nuestro dinero» : Euroescepticismo alemán gana peso en las europeas

6274706w25mBerlín, 22 may (dpa) – A pocos días de las elecciones al Parlamento Europeo, el euroescepticismo sigue ganando peso entre los alemanes, que miran con recelo las decisiones de Bruselas y sienten que la Unión Europea (UE) se inmiscuye demasiado en asuntos nacionales.

Un total de 25 partidos alemanes concurrirán a las urnas el próximo domingo en unas elecciones en las que más de la mitad de los residentes en la mayor economía de Europa (57 por ciento) reconocen apenas tener interés y un 68 por ciento cree que la UE no debería meterse tanto en asuntos nacionales, de acuerdo con la última encuesta de la cadena pública germana ARD.

«Se desconoce por completo cuál será el resultado electoral», aseguró Manfred Güllner, director del instituto demoscópico alemán Forsa, en conversación con dpa.

Entre estos 25, el partido euroescéptico Alternativa para Alemania (AfD) busca hacerse con el mayor número de escaños, de los 96 disponibles, con una campaña en contra de un «Superestado europeo» y con lemas como «Salven nuestro dinero», que cada día cuenta con más adeptos.

De acuerdo al sondeo de ARD, AfD conseguiría un siete por ciento de los votos -un punto más que en la anterior encuesta- convirtiéndose en la quinta fuerza en Alemania por detrás de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel con un 37 por ciento, del Partido Socialdemócrata (SPD) con un 27 por ciento y de Los Verdes y La Izquierda, ambos con un nueve por ciento.

Frente al «Necesitamos más Europa» que defienden desde el gobierno de Merkel, los euroescépticos liderados por el profesor de macroeconomía de la Universidad de Hamburgo Bernd Lucke, y con más de 17.000 miembros, quieren «Más libertad, menos Europa».

«Con la política de salvar el euro ha crecido sin ningún tipo de control democrático el poder de las instituciones europeas», criticó recientemente el número dos de esta formación, Hans-Olaf Henkel, en un encuentro con periodistas extranjeros.

Para Henkel, la política para salvar el euro es un «agujero sin fondo» que hay que detener. Desde su partido defienden la disolución «ordenada» de la eurozona. «El euro es demasiado fuerte para países como Grecia, Francia, España o Italia y al mismo tiempo es demasiado débil para Alemania», señaló por su parte Lucke.

«La gran ventaja de la UE es el mercado interior», reconocen, no obstante, tanto Henkel como Lucke. «No estamos en contra del mercado interior o de las relaciones transatlánticas, sino en contra de la divisa única», agregan conscientes de que la mayoría de las exportaciones alemanas van a parar a países de la UE.

Su posicionamiento como partido nacionalista, a la derecha de la CDU -que critican por haberse «movido hacia la izquierda en muchos ámbitos»-, le ha granjeado enormes críticas y comparaciones con partidos de la extrema derecha como el NPD.

«Los medios de comunicación alemanes tienen la culpa en esta fama de que somos un partido populista de derecha. Por un lado hablan de un partido de profesores, algo que para mí es un cumplido, ¡por fin un partido hecho por expertos!, y por otro dan pie a la propaganda de que somos un partido populista de derecha, algo contra lo que tenemos que luchar», se defendió Henkel. «Estamos en continua lucha contra esa fama», agregó Lucke.

«No confundan nuestras críticas con críticas contra los extranjeros. Son críticas al funcionamiento de la política», aseguró Henkel.

Junto con el euroescepticismo germinado al calor de la crisis del euro, las elecciones al Parlamento Europeo (PE) de este año cuentan con otra novedad: será la primera vez que no exista un mínimo necesario fijado por ley para obtener un escaño.

En las pasadas elecciones de 2009 todavía estaba vigente en Alemania el cinco por ciento mínimo para acceder al PE. Sin embargo, el Constitucional alemán eliminó el mínimo del tres por ciento, fijado después de 2009, por lo que ahora cualquier partido germano es susceptible de hacerse con un escaño.

Esta decisión abre la puerta también al partido de extrema derecha NPD. «Es posible incluso conseguir entre dos o tres diputados», señaló Udo Voigt, candidato del NPD, que espera hacerse con entre un 1,8 y un 2,5 por ciento de los votos.

Esta vía de acceso llevó al líder socialdemócrata europeo, Martin Schulz, a alertar de los partidos de extrema derecha en Europa. «Setenta y cinco años después del inicio de la Segunda Guerra Mundial vemos el peligro alemán de que defensores de la ideología de Adolf Hitler puedan ganar un escaño en el próximo Parlamento Europeo», indicó en un encuentro con periodistas en Bruselas.

Desde que se levantó la claúsula del mínimo necesario, Schulz ve como «un riesgo real» que los nazis alemanes accedan al Parlamento Europeo. Para luchar contra ello, el alemán hizo un llamamiento a todos sus compatriotas para que acudan a votar el próximo 25 de mayo.

Sin embargo, a pesar de que Alemania es el país que contribuye con un mayor número de diputados (96 de 751) por ser el más poblado, que es la mayor economía de Europa y uno de los fundadores de la «gran familia europea», los expertos esperan una participación igual o inferior a la de 2009, cuando se situó en el 43 por ciento.

«El electorado alemán no sabe hacia dónde quiere ir Europa», explica Heribert Dieter, analista del Instituto alemán de Asuntos Exteriores y Seguridad. «¿Cuál es la meta? Esta cuestión sigue sin encontrar respuesta desde la unificación», agrega.

Por Almudena de Cabo