CAMPBELL RIVER, Canadá (dpa) – «OK ¿están listos? Entonces, vámonos», les grita Rory a los pasajeros. Con un sonido ronco, el hidroavión despega del pantalán y se desliza hacia el estrecho Discovery Passage. Después, el piloto acciona el acelerador a plena potencia y el zumbido se convierte en un ruido ensordecedor. El hidroavión monomotor Havilland Beaver se desliza sobre las olas cada vez más rápido. Después de unos cientos de metros, Rory sube tranquilamente el aparato hacia las alturas y con una velocidad de 170 kilómetros por hora se dirige a las islas Discovery.Esta tarde, Rory hace escala en tres estaciones: Stuart Island, Surge Narrows y Refuge Cove. El avión sobrevuela el paisaje a una altura de poco más de 500 metros. Hay pequeñas islas diseminadas entre los brazos de mar entre la costa pacífica canadiense y la Isla de Vancouver. No hay carreteras. El paisaje está marcado por rocas pelonas y bosques intensamente verdes. Aquí crece el Western Red Cedar o cedro rojo del Pacífico. Muchos de estos árboles gigantes ya hundieron sus raíces en el suelo costero hace 800 años, mucho antes de que Colón partiera para las Américas.
Esta tarde, Rory hace escala en tres estaciones. Tras un vuelo de casi un cuarto de hora, Rory posa el aparato suavemente sobre el agua en la bahía de Stuart Island. Tara Kristian ya está esperando al cartero volador. Su oficina de correos hace las veces de café y tienda de ultramarinos. «Estas semanas estoy sustituyendo a mi hija Sarah», dice Kristian al saludarnos. «Ella es una montañera entusiasmada y en estos momentos está escalando el Monte Everest».
Stuart Island es una isla privada con un par de chalés elegantes para las vacaciones a las puertas del fiordo Bute Inlet, que tiene una extensión de 80 kilómetros. Canadienses y estadounidenses adinerados tienen aquí sus casas para las vacaciones de verano, cuando vienen a pescar. ¿Algunos nombres? Tanto Kristian, la cartera, como Rory, el piloto, no quieren contestar esta pregunta. La discreción es una cuestión de honor para quienes prestan sus servicios viviendo todo el año en medio de la soledad. El viaje continúa hacia la siguiente estación.
La pequeña oficina de Surge Narrow se encuentra directamente en el atracadero. Shauny Volk, la cartera, entrega al piloto un par de cajas con correo saliente; el correo entrante lo distribuye directamente entre las casillas. «En nuestra isla viven en verano y en invierno 60 personas», dice la cartera. Shauny abre su oficina de correos sólo los lunes, martes y miércoles durante un par de horas. Esos días llega el avión. Los propios habitantes recogen su correo y aprovechan la ocasión para llevarse nuevos libros de la biblioteca pública, que se encuentra junto a la oficina de correos de Shauny.La tercera estación de Rory es Refuge Cove, en el brazo de mar Desolation Sound. «En primavera todavía se está tranquilo aquí, pero en pleno verano Desolation Sound es un popular destino turístico de fin de semana para los habitantes de Vancouver», dice el piloto. En ese momento suena su teléfono móvil: una llamada de la base en Campbell River. Rory llama a sus pasajeros: «Tenemos que salir inmediatamente. Tengo un nuevo encargo».
El recorrido del avión correo de la compañía Corilair dura 90 minutos. La compañía aérea llama a esta ruta «Historic Mail Run». Hace más de 50 años, el transporte aéreo de cartas, pequeños y grandes paquetes sustituyó al transporte en barco, mucho más lento. El avión Havilland Beaver tiene casi la misma edad. «Nuestro Beaver es del año 1954. Con su motor de 450 CV, es una máquina confiable», dice el jefe de Corilair, Mike Farell. Su compañía aérea trabaja desde hace unos 12 años para Correos de Canadá. Los vuelos se realizan durante todo el año, desde la salida hasta la puesta del sol, en un radio de más de 200 kilómetros de Campbell River.En la década de los 70, la ciudad era considerada como una de las bases más importantes en todo el mundo para el uso de hidroaviones. En aquella época, los «floatplanes» llevaban leñadores, materiales y víveres a los campamentos remotos situados a lo largo de la costa. Unos diez años después terminó el «boom»: helicópteros de gran potencia y veloces taxis acuáticos les hacían la competencia a los hidroaviones y algunas estaciones también fueron conectadas a la red vial.
En vez de los leñadores, son cada vez más numerosos los turistas que utilizan los hidroaviones para adentrarse en la naturaleza salvaje. En la central del servicio aéreo en Corilair, Semona Palmer ordena tanto los pedidos de transporte como las solicitudes de turistas a los que los pilotos pueden llevar en el Historic Mail Run. «Australianos, holandeses, neocelandeses, estadounidenses, canadienses desde luego, y también alemanes: nuestros chicos ya los han tenido a todos como pasajeros». Los turistas pueden acompañar a los pilotos de mayo a octubre. Junio y julio son los meses con mejor tiempo para embarcarse en esta aventura.
Información básica: Campbell River, Isla de Vancouver
Destino: con 450 kilómetros de largo y 100 kilómetros de ancho, la Isla de Vancouver es la isla pacífica más grande de la provincia canadiense de British Columbia, en el extremo oeste del país. Campbell River es una pequeña ciudad tranquila de 32.000 habitantes en el estrecho Discovery Passage, en la parte norte de la Isla de Vancouver.
Cómo llegar: en avión a Vancouver. En el aeropuerto Vancouver International (YVR) hay varias empresas que alquilan coches. En transbordador de la compañía B.C.Ferries desde Tsawwassen a Duke Point/Nanaimo. La travesía dura dos horas. Desde allí por la carretera Highway 19 North a Campbell River, una distancia de unos 180 kilómetros. El viaje en coche dura dos horas.Cuándo viajar: entre mayo y octubre. Las temperaturas máximas en los meses de junio a agosto se sitúan entre 18 y 27 grados.
Moneda: un dólar canadiense equivale a unos 0,66 euros o 0,90 dólares estadounidenses.
Informaciones: www.BritishColumbia.travel Internet: