Unas elecciones indias sin «primera dama»

6163003wNueva Delhi, 15 abr (EFE).- En la India el matrimonio es más una obligación que una opción y sin embargo los dos hombres que luchan en las actuales elecciones generales por el puesto de primer ministro no estarán acompañados a priori por una primera dama.

A priori porque si Rahul Gandhi, delfín de la dinastía Nehru-Gandhi del Partido del Congreso, es soltero, Narendra Modi, favorito para ganar los comicios con el Bharatiya Janata Party (BJP), acaba de reconocer un matrimonio tras haber ocultado a su esposa durante décadas.

El casamiento hace 47 años del nacionalista hindú Modi es conocido desde mediados de la década de los 90, pero el político nunca hizo mención a ello y en los registros electorales siempre dejó en blanco la casilla marital.

Sin embargo, el gobernante del estado de Gujarat desde hace 12 años declaró públicamente por primera vez la semana pasada tener esposa en un registro de las elecciones que comenzaron el 7 de abril y se prolongarán hasta el 12 de mayo en nueve fases.

El matrimonio de Modi, de 63 años, nunca ha sido del todo aclarado.

De acuerdo con Nilanjan Mukhopadhyay en su biografía «Modi: el hombre, los tiempos», la familia del político concertó un matrimonio infantil para su hijo, una tradición muy extendida en la India de hace medio siglo y que perdura incluso hoy.

Así, Modi fue comprometido a la edad de tres o cuatro años con la niña Jashoda Chimanlal, a la edad de 13 años se celebró una ceremonia religiosa que selló el compromiso y la boda final se celebró cuando él tenía 17 o 18 años, según su biógrafo.

Pero en aquella época el joven Modi se debatía entre seguir una vida espiritual o dedicarse al activismo con la RSS, organización radical hindú que requiere la soltería y el celibato a sus voluntarios y a la que finalmente se unió tras abandonar a su esposa.

Jashoda, profesora retirada de 62 años, declaró en febrero en una entrevista con The Indian Express que Modi la dejó tras tres años de unión, en los que convivieron solo tres meses, ya que su marido realizaba continuos viajes espirituales al Himalaya en aquel entonces.

El inesperado reconocimiento fue recibido con alegría por Jashoda y su familia.

«Fue el segundo momento más feliz de la vida de Jashodaben. El más feliz fue cuando se casó en 1967», dijo a la prensa local Kamlesh, uno de los hermanos de la mujer.

De acuerdo con su familia, Jashoda ha tomado votos para no usar calzado, comer arroz o té hasta que su marido no se convierta en primer ministro.

Sin embargo, Jashoda no tiene intención de reclamar un sitio al lado de Modi, según la prensa india.

El estatus marital de Rahul es más sencillo: a sus 43 se encuentra soltero y no se le conoce novia en estos momentos, aunque en el pasado se le ha relacionado con mujeres extranjeras.

La relación sentimental más documentada de Rahul fue con una arquitecta española criada en Venezuela, Verónica, a quien conoció en los 90 en Cambridge, de acuerdo con Aarthi Ramachandran en su biografía «Decoding Rahul Gandhi».

Desde entonces poco sabe el público indio de los amoríos del hijo de Rajiv y de Sonia, italiana presidenta del Partido del Congreso, y quien protege su vida privada con ahínco, según su biógrafa.

En una reciente entrevista ante las insistentes preguntas por su soltería afirmó que se casará «cuando encuentre a la chica adecuada».

Ante la improbable reconciliación de Modi y Jashoda y la soltería de Rahul, jefe de campaña del Congreso, el próximo primer ministro de la mayor democracia del mundo no estará acompañado por una esposa.

Una situación que se ya dio con Atal Behari Vajpayee, mandatario que lideró el país con el BJP entre 1998 y 2004, y que nunca se casó porque «no tuvo tiempo».

La soltería no es rara en la política india: Mamata Banerjee, jefa de Gobierno de Bengala, Jayalalithaa Jayaram al frente del estado de Tamil Nadu y Mayawati, ahora en la oposición en Uttar Pradesh, nunca se han casado.

Estas tres mujeres podrían ser fundamentales en el juego de alianzas para formar Gobierno tras las elecciones.

De hecho a diferencia de algunos países Occidentales donde la familia y sus valores son fundamentales en las carreras políticas, en la India la soltería se percibe como algo positivo.

En las calles indias se piensa que un político sin familia es menos dado a la corrupción dado que no tiene que buscar salidas laborales a su descendencia, un mantra que Modi ha repetido en sus mítines electorales.

A pesar de la aparente indiferencia de los votantes hacia la vida sentimental de sus políticos «¿Quién es la mujer de Modi?» y «¿Quién es la novia de Rahul Gandhi»? se encuentran entre las búsquedas más realizadas en Google en el país asiático.

Jaime León