Negociadores colombianos esperan acabar pronto el debate de droga y narcotráfico

6100970wLa Habana, 30 mar (EFE).- Los negociadores del Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC cerraron hoy en Cuba un nuevo ciclo de sus conversaciones de paz con avances en torno al punto de las drogas y el narcotráfico, cuya discusión esperan concluir pronto.

«A lo largo de este ciclo de conversaciones hemos avanzado sustancialmente en la construcción de acuerdos sobre diferentes aspectos contenidos en el punto de ‘Solución al problema de las drogas ilícitas’, tercero en discusión», indicaron las partes en un comunicado conjunto divulgado en La Habana, sede permanente de los diálogos de paz.

En la próxima ronda negociadora, que se abrirá el 4 de abril, las partes continuarán elaborando acuerdos «para concluir, prontamente, las discusiones de todos los temas incluidos en dicho punto».

Según las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), existen ya «varias cuartillas de acuerdo» que incluyen conclusiones sobre el tema de la sustitución de cultivos ilícitos de coca, marihuana y cocaína, el primer epígrafe de ese punto.

En los programas para la sustitución de esos cultivos deberán ser protagonistas «los campesinos, las comunidades indígenas y afro vinculadas al cultivo como víctimas de un fenómeno donde la lucha fundamental hay que librarla contra la comercialización», señaló la guerrilla en una declaración leída ante la prensa por su número dos «Iván Márquez», alias de Luciano Marín Arango.

Por su parte, el jefe de los negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, defendió que las políticas públicas realizadas en Colombia en ese ámbito han sido exitosas en términos de disminución permanente de estos cultivos.

«Lo que buscamos ahora es darle un renovado impulso a esas políticas y, en el marco del fin del conflicto, alcanzar la desaparición de estos cultivos que lo único que han traído es pobreza y violencia», afirmó.

Además de la sustitución de plantaciones de coca, marihuana y amapola, el debate sobre las drogas y el narcotráfico, que los negociadores comenzaron a abordar el pasado noviembre, incluye otros dos epígrafes sobre programas de consumo y salud pública y la solución del fenómeno de producción y comercialización de estupefacientes.

Por otra parte, los negociadores del presidente Juan Manuel Santos se refirieron hoy en su declaración a la demanda de las FARC de constituir una «comisión de la verdad» en torno al conflicto colombiano, una propuesta que la guerrilla ha planteado en numerosas ocasiones y de la que se hablado en la mesa de conversaciones en este ciclo.

El Gobierno colombiano, según De la Calle, está dispuesto a conformar esa comisión, pero solo después de que se firme un acuerdo definitivo de paz con la guerrilla, ya que la verdad del conflicto no se puede concebir «como una herramienta táctica para las negociaciones».

«Queremos la verdad, todas las verdades, en serio. Y ello debe ser un elemento central, fundamental del proceso de reconciliación y paz que se empiece a construir a partir de la firma del acuerdo del fin del conflicto», insistió el jefe de los negociadores de Santos.

Sin embargo, las FARC quieren que esa comisión se constituya «de inmediato», según reiteraron hace unos días.

En el cierre del vigésimo segundo ciclo de los diálogos de paz colombianos, las FARC aprovecharon para dirigir una carta abierta al expresidente Ernesto Samper donde le agradecen su propuesta de que Estados Unidos devuelva a Colombia a dos guerrilleros del grupo presos allí, entre ellos «Simón Trinidad».

«Simón Trinidad», cuyo nombre real es Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, fue extraditado en diciembre de 2004 a Estados Unidos y a comienzos de 2008 fue condenado a sesenta años de prisión por el secuestro de tres ciudadanos de ese país.

Pese a estar cumpliendo condena, la cúpula de las FARC le designó como uno de los negociadores en el actual proceso de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos y desde el inicio de esas conversaciones han insistido en exigir su libertad y pedir que se le permita sumarse a su delegación de paz en Cuba.