Madrid, 24 mar (dpa) – Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, junto a Mariano Rajoy y los tres ex jefes del gobierno español vivos, rindieron hoy homenaje a Adolfo Suárez en el Congreso de los Diputados, donde se instaló la capilla ardiente del primer jefe del Ejecutivo español de la etapa democrática.
«Una gran pena», aseguró sentir el rey Juan Carlos tras imponer a título póstumo a Suárez el Collar de la Real Orden de Carlos III, la máxima condecoración civil que otorga el gobierno español.
Él y la reina Sofía, acompañados por su hija la infanta Elena, abrieron por la mañana la capilla ardiente en la cámara baja del Parlamento español, donde mañana martes será despedido con honores de Estado antes de su entierro en la catedral de Ávila, la capital de la provincia española en la que nació el político.
Suárez murió el domingo a los 81 años en un hospital de Madrid, algo más de 48 horas después de que su familia anunciara el fallecimiento inminente del presidente de la Transición española a consecuencia del Alzheimer que se le diagnosticó hace más de diez años y que le había borrado la memoria.
En medio de un silencio roto solo por los tambores que marcaban el paso del piquete militar de honor que portaba el ataúd a hombros, el féretro envuelto en la bandera de España atravesó la puerta principal de la cámara, que se abre solo en las ocasiones más solemnes.
Rajoy y los ex jefes de gobierno Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar, junto a los representantes de las más altas instituciones del Estado, lo habían recibido antes al pie de la escalinata de entrada.
Ya en la capilla ardiente, y en fila uno tras otro, le rindieron homenaje con una inclinación de cabeza.
La capilla ardiente de Suárez quedó abierta al público poco después del mediodía, para que los miles de españoles que hacían fila desde primera hora de la mañana pudieran despedirse de él. Cerrará mañana martes, antes de que los restos del ex presidente sean trasladados a Ávila para ser enterrados junto a los de su mujer.
