Washington, 21 mar (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos condenó hoy el ataque a un hotel de Kabul en el que murieron 13 personas, entre ellas un ciudadano estadounidense y criticó el «miedo» de los insurgentes afganos al voto libre.
«Ofrecemos nuestras más profundas condolencias a las familias de los fallecidos y deseamos una rápida recuperación a los heridos», afirmó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, en una rueda de prensa.
Trece personas, incluidos dos niños, murieron este jueves en un ataque contra el Hotel Serena de Kabul, uno de los mejor protegidos de la capital afgana y frecuentado por ciudadanos de otros países.
Psaki denunció que los autores de este atentado «han derramado innecesariamente la sangre tanto de los afganos como de sus socios internacionales cuando los ciudadanos están celebrando el Nowruz y preparándose para votar en unas elecciones históricas».
«La bárbara naturaleza de estos acontecimientos nos recuerda la total desconsideración que los insurgentes tienen por la vida humana y su miedo a un voto libre para el futuro de Afganistán», añadió la portavoz.
Psaki confirmó también que entre las víctimas del atentado se encuentra un ciudadano estadounidense, aunque no dio más detalles al respecto.
Asimismo, tras darse a conocer que otro de los fallecidos era periodista, la portavoz del Departamento de Estado alabó el «increíble servicio» de los reporteros que «ponen en riesgo sus vidas en países de todo el mundo» y destacó su labor «encomiable».