Guerra de afiches en Argentina por la política de derechos humanos

6073236wBuenos Aires, 21 mar (EFE).- El oficialismo y el principal partido de oposición en Argentina se enzarzaron en una guerra de afiches a favor y en contra de la política del Gobierno de Cristina Fernández en materia de derechos humanos.

La polémica caldea el clima político en vísperas de la conmemoración, el próximo lunes, de un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976, fecha en la que organizaciones de derechos humanos renuevan sus reclamos de justicia para condenar a los responsables de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura (1976-1983).

«¿Qué hiciste por los derechos humanos últimamente?», pregunta la Unión Cívica Radical (UCR), la segunda fuerza parlamentaria, en un afiche que apareció el pasado miércoles con el rostro sonriente de la presidenta argentina, Cristina Fernández.

En el cartel, el centenario partido convoca a una marcha para el próximo lunes en protesta porque «el Estado sigue golpeando» y afirma que el Gobierno de Fernández apoya «la represión venezolana» y persigue a los indígenas qom, entre otras críticas a la política oficial de derechos humanos.

La respuesta no se hizo esperar: «Algo habremos hecho», asegura en una serie de carteles la agrupación juvenil kirchnerista La Cámpora que muestran esposado al fallecido dictador Jorge Rafael Videla y también a Fernández con organizaciones como las Abuelas de Plaza de Mayo y causas como la lucha contra la trata de personas.

También salió al ruedo otro afiche, sin firma, donde le piden a los radicales que digan qué hicieron en los últimos 98 años, desde su fundación, y remata: «Vergüenza es UCR».

A su turno, la agrupación juvenil radical La Yrigoyen imprimió sus propios carteles. Uno muestra al fallecido presidente Néstor Kirchner ordenando descolgar un cuadro de Videla de un colegio militar. «Los leones se cazan en la selva, no en el zoológico».

Reivindicaron así que fue un gobierno radical, el de Raúl Alfonsín, el que impulsó los juicios a las juntas militares.

En otro se muestra al propio Alfonsín junto al entonces arzobispo de Buenos Aires y hoy papa Jorge Mario Bergoglio. «No hacía falta que sea el Papa para sacarnos una foto con él. Los radicales siempre estuvimos con gente que tiene causas justas». Un tiro por elevación a la propia Fernández, que por años no tuvo diálogo con Bergoglio.

«Es repudiable el uso de la presidenta con ese eslogan y es lamentable que la única creatividad que tengan para recordar un día histórico sea el 24 de marzo se traduzca en ese afiche», dijo hoy la diputada oficialista Diana Conti en unas declaraciones radiales.

Altos cargos del Gobierno de Fernández también cuestionaron a los radicales.

El Ministro de Defensa, Agustín Rossi, dijo sentir «indignación» y «tristeza» ante los carteles opositores y aseguró que con los Gobiernos de Kirchner y Fernández «se ha cambiado rotundamente la cuestión de lo que eran los derechos humanos».

«Son militantes de cotillón. Ellos militan con carteles, no se los ve en los barrios, no se los ve acompañando a las víctimas del terrorismo, no se los vio marchar durante 10 años pidiendo memoria, verdad y justicia», dijo por su parte el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda.

El presidente de la UCR, Ernesto Sanz, salió a defender los polémicos afiches pegados por los jóvenes radicales.

«Avalo lo que hace la Juventud Radical, más allá que provocó un debate, voy al fondo», señaló en un comunicado Sanz, que criticó el «doble discurso» del Gobierno en materia de derechos humanos.

Sin embargo, no todos en el radicalismo avalaron los afiches críticos hacia el Gobierno.

El diputado Ricardo Alfonsín, hijo del fallecido presidente radical, opinó hoy que cuando se habla «de la dictadura y de la violación de los derechos humanos, se habla de asesinatos, torturas, secuestros, sustracción y desaparición de personas».

«En este sentido, si la intención del afiche fuera transmitir alguna continuidad entre la dictadura y la actual gestión en materia de derechos humanos, estaría estableciendo equivalencias improcedentes», sostuvo el parlamentario en declaraciones radiales.