MADRID/PARÍS (dpa) – Ni Pelé ni Franz Beckenbauer ni Diego Maradona pudieron trasmitir a sus descendientes suficientes genes futbolísticos. En el caso del francés Zinedine Zidane, la cosa parece distinta.
Después de Enzo, de 18 años, el segundo hijo mayor de «Zizou», Luca, de 15, fue convocado también por la selección juvenil francesa. «¡Otro Zidane con la camiseta de los ‘Bleus’!», se felicitó el portal deportivo Sports.fr tras conocerse la llamada de la federación nacional (FFF).
Luca, que defiende la portería del Real Madrid en las categorías juveniles y mide ya 1,82 metros de altura, fue seleccionado en principio para formar parte de un curso de formación en el centro de entrenamiento de la FFF en Clairefontaine.
La llamada de los franceses llegó además apenas unos días después de que el entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, lo premiara con su primer entrenamiento con los profesionales del primer equipo.
Enzo, centrocampista y también en las inferiores de los blancos, brilla en la Youth League europea y recuerda con su estilo de juego a su padre. Unas semanas antes que su hermano, el fino jugador estuvo también concentrado en un campamento de entrenamiento con la Sub-19 francesa.
El nombre de Zidane atrajo entonces a numerosos y entusiastas curiosos a Clairefontaine, hasta el punto de que el centro tuvo que ser completamente cercado. «¡Déjenlo en paz!», espetó incluso a los periodistas el seleccionador nacional, Didier Deschamps.
El ex futbolista Willy Sagnol, hoy director de los equipos juveniles de la «Grande Nation», explica cuál es el camino de la FFF. «Queremos proceder con Luca exactamente igual que con Enzo. Los dos tienen un pasaporte francés y un potencial que queremos evaluar. Es normal», dijo el dirigente de 37 años a «L’Equipe».
Lo que no se menciona es el temor a que España pueda arrebatarle a Francia los «herederos» de Zidane. De hecho, los dos hijos mayores del campeón mundial de 1998 crecen desde hace diez años en la usina de talentos del Real Madrid, mientras que los dos pequeños, Théo (11) y Eliaz (8), también apuntan maneras con el balón.
«Lo he visto jugar», dijo sobre Enzo el delantero del Real Madrid Karim Benzema. «Es un muy buen jugador. Pero no deberíamos poner demasiada presión sobre él».
Los Zidane quieren romper en todo caso la vieja regla de que los hijos de las superestrellas del fútbol nunca consiguen construir una carrera razonable sobre el césped.
Edinho, hijo de Pelé, fracasó como portero. Los descendientes de Beckenbauer y Maradona tampoco tuvieron mucho más éxito. Jordi Cruyff, hijo de Johan Cruyff, es quizá el único entre los herederos de los más grandes que logró al menos algún reconocimiento en Barcelona y Manchester United, aunque la etapa final de su carrera discurrió por Ucrania, Malta o Chipre.
Zidane, que hoy se desempeña como ayudante de Ancelotti en el banquillo del Real Madrid, es reacio a hablar de su vida privada, pero en una reciente entrevista con la web argelina «LeButeur.com», el francés habla con orgullo de sus hijos y explica por qué Luca se decidió por el arco.
«Quizá es sorprendente», dijo el ex futbolista de 41 años. «Cuando tenía a Enzo y Luca, después de los entrenamientos, los tres jugábamos junto todos los días. Para jugar, siempre hay uno que tira y otro que para. Así que hacía falta un portero. El mayor siempre elige el mejor puesto, así que Enzo tiraba y Luca hacía de arquero. Además, le gustaba, hasta el punto que decía: ‘Papá, quier jugar de portero’».
«Lo que me gusta de él -agregó Zidane- es que tiene ganas, entrena mucho para progresar, escucha. Tiene todo para tener éxito».
Por Emilio Rappold