San Sebastián, 11 mar (EFE).- La presidenta Covite, Consuelo Ordóñez, considera que con el 11M «el dolor seguirá latiendo tanto en quienes lo sufrieron como en una sociedad que se intuye indefensa al comprobar cómo la impunidad reina incluso en el episodio terrorista más brutal de la historia reciente de este país».
Ordóñez ha colgado hoy un artículo de opinión en la página web del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco en el que destaca que «el recuerdo de los que fueron asesinados, en tiempos de olvido, es más necesario que nunca».
Señala que, sin embargo, ese recuerdo debe ir acompañado de justicia y «no puede limitarse a medallas, ramos de flores y fotos con quienes vieron cómo la rabia irracional de terroristas desalmados se llevó por delante las ilusiones de cientos, de miles (de personas)».
Desde Covite, invita a los líderes políticos a que, «por responsabilidad y por respeto a los muertos», echen «la vista atrás» y «constaten que hoy, diez años después, el 11M no es sólo el peor episodio terrorista que ha vivido este país», sino «también es una marca vergonzante para cualquier Estado de derecho que aspire a ser tal cosa».
«Los familiares de quienes hoy son recordados no saben quién ordenó el asesinato de sus seres queridos. Los españoles que lloraron de miedo no saben quién ejecutó a 192 hombres, mujeres, ancianos y niños que murieron abrasados. Y como ellos, 400 familias marcadas por la brutalidad de ETA asisten atónitas a un escenario en el que la Justicia brilla por su ausencia», subraya.
Asegura que «los homenajes y los mensajes complacientes que apelan al recuerdo sólo tienen sentido si van acompañados de trabajo efectivo en torno a la Justicia».
«Justicia es lo único que puede reparar de algún modo a familias enteras asoladas por el terrorismo», recalca.