Madrid, 4 mar (EFE).- El empresario José María Ruiz-Mateos ha dicho hoy que no acudirá mañana a Sevilla donde está citado por la juez de los ERE para declarar como imputado por presuntamente pagar medio millón de euros al «conseguidor» Juan Lanzas y ordenar incluir «intrusos» en empresas del grupo.
«No iré a Sevilla a declarar porque no creo en la Justicia y, si la hubiera, ni en su honorabilidad», ha señalado el empresario en un comunicado en respuesta a la citación de la juez Mercedes Alaya.
Alaya ha citado a Ruiz-Mateos y a su hijo Zoilo, después de tomar declaración el pasado 31 de enero a sus hijos Javier, responsable de coordinar los pagos en Nueva Rumasa, y Pablo, encargado de la división hotelera.
«Que no me esperen en Sevilla que llevo esperando treinta años a ver un resquicio de mínima honradez que no hubo nunca», ha señalado Ruiz-Mateos.
Y ha añadido: «Así me ajusticien en plaza pública o me lleven a la picota del descrédito y la trampa permanente, haga lo que haga, me quedo en esta casa que no es mía esperando que me detengan».
En su declaración, los hijos del empresario Javier y Pablo dijeron que su padre era quien decidió introducir en el ERE del Hotel Cervantes de Torremolinos (Málaga) a dos presuntos «intrusos» que nunca trabajaron en él: José Antonio Cuevas y Claudio Andrés Sendino, procedentes de otras dos empresas del grupo, Autos Marbesol y Viajes Marbesol, donde el primero de ellos había llegado a trabajar veinte años.
La juez sostiene que los Ruiz-Mateos pagaron al «conseguidor» Lanzas 600.000 euros por cada uno de los cinco ERE del grupo en Andalucía, en billetes de 500 euros y en «dinero B», acusación que los imputados atribuyen a la «enemistad manifiesta» del autor de esas afirmaciones, el exabogado del grupo Joaquín Yvancos.
Por el contrario, Javier Ruiz-Mateos dijo en su declaración que Lanzas pudo cobrar medio millón de euros en pagos de 20.000 o 25.000 euros, que se hacían «cuando su padre lo ordenaba».