Kiev, 25 feb (dpa) – Las gafas sobre la mesa, la comida a medias… el depuesto presidente ucraniano Viktor Yanukovich, de 63 años, huyó frenéticamente de sus opositores y ahora está bajo orden de captura. Podría estar escondido en un monasterio, en un buque de guerra ruso o ya en el extranjero, según los muchos rumores que ciculan desde la desaparición del derrocado presidente de Kiev.
«Está en Ucrania. Eso lo sé», dijo sin embargo su compañera Anna German, que no quiso dar más detalles en sus declaraciones ante la prensa. «Ustedes lo buscan, no yo».
El rastro de Yanukovich se pierde en Balaklava, cerca de Sevastopol en la península de Crimea, donde está anclada una importante parte de la Marina rusa. «Yanukovich no está ni en los barcos ni en cualquier otro lugar de la flota rusa en el Mar Negro», citó la agencia de noticias rusa Ria Novosti a un responsable.
La nueva cúpula ucraniana busca a Yanukovich por «asesinato masivo» y hoy el Parlamento decidió que en el caso de detenerlo, el político será entregado a la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya.
Las imágenes de las cámaras de vigilancia de su residencia de lujo de Mezhgorye, cerca de Kiev, prueban una frenética huida en plena noche del sábado: dos helicópteros preparados, varios vehículos llevando rápidamente objetos de valor a la pista de aterrizaje y varias limusinas circulando. Lo apresurado de la marcha queda reflejado en fotografías de una cena interrumpida, con copas de vino y coñac empezadas y abandonadas sobre la mesa. «Vitya», como lo llamaba el pueblo de forma burlona, se olvidó también unas gafas.
Ahora la vida privada del jefe de Estado ucraniano derrocado está bajo lupa: en el proyecto online «YanukovychLeaks», activistas publican documentos que al parecer el político quería destruir, pues fueron «pescados» del lago de su residencia.
Y así, los ucranianos se enteran, con indignación, de los detalles de la vida privada del que fuera su líder: por ejemplo, que una de las primeras medidas que tomó Yanukovich tras su elección como presidente en 2010 fue comprarse una lámpara de araña por ocho millones de euros.
A Yanukovich se le acusó continuamente de corrupción y nepotismo, y también sus hijos Viktor y Alexander amasaron una enorme fortuna gracias a los contactos de su padre en las grandes industrias del país. Ahora todos están desaparecidos e incluso su mujer, de la que vivía separado, se ha esfumado.
También parece que a su supuesta amante se la ha tragado la tierra: fotografías sugieren que el presidente huido vivía con su amante de 39 años y su hija de 12, de su primer matrimonio. Se trataba de la dueña de un salón de belleza en un barrio rico de Kiev, según publicaron medios locales. Al parecer era la hermana de la cocinera de Yanukovich de su ciudad natal Yenakiyevo.
Se cree que Yanukovich podría seguir en el país. Expertos consideran que las informaciones de que se exilió en Moscú forman parte de una política de distracción. También el rumor de que Yanukovich está escondido en el monasterio de San Nicolás en Volnovacha, en la zona de Donetsk, en un búnker de tres plantas, ha sido desmentido.
El ministro de Interior interino, Arsen Avakov, presentó un procotolo de la huida, detallado minuto a minuto, según el cual el político prorruso habría huido en helicóptero primero a Jarkov y desde allí a Donestk, feudo de su poder. De ahí habría seguido su camino hacia Crimea con tres vehículos todoterreno.
Todo parece indicar que Yanukovich sólo puede fiarse de unos pocos que le siguen siendo fieles: su estrecho colaborador Andrei Kliuyev, que fuera su jefe de Gabinete, estaría con él, además de algunos guardaespaldas, todos ellos armados. También hay rumores de que éstos se abrieron paso a tiros durante un intento de detención. «Todas las vías de comunicación se han cortado», destacó Avakov.
Por Andreas Stein y Benedikt von Imhoff