Santiago (República Dominicana), 21 feb (EFE).- El procurador general de la República Dominicana, Francisco Domínguez Brito, expresó hoy su confianza en que el sacerdote polaco Wojciech Gil (Padre Alberto), en prisión preventiva por supuestos abusos sexuales contra varios niños en la localidad de Juncalito (norte) reciba una severa sanción.
El representante del Ministerio Público, hablando con periodistas locales al término de la inauguración de una «Espacio para la Esperanza» para las víctimas de violencia de género en Santiago (norte del país), declaró que Gil «hirió lo más sensible que tiene un ser humano, como es la adolescencia y la niñez».
Un tribunal polaco dictó tres meses de prisión preventiva contra el sacerdote polaco por haber cometido supuestos abusos sexuales en contra de varios niños en la localidad de Juncalito de la provincia de Santiago, mientras cumplía su labor ministerial.
A su vez, agradeció la colaboración de las autoridades de Polonia y dijo que el Ministerio Público de ese país y el de República Dominicana siguen trabajando en el expediente, en el que lo acusan de abusos sexuales en contra de menores de edad mientras era párroco del templo de San Antonio de Padua (Juncalito).
También aclaró que los fiscales polacos y dominicanos dan los «toques finales» a las investigaciones sobre ese caso y que espera que cuando las investigaciones concluyan, reciba la mayor sanción por los delitos cometidos contra menores.
Domínguez Brito significó que la fiscalía de Polonia y la de la provincia Santiago, intercambian documentos referentes al caso y preparan todas las evidencias necesarias para el juicio, aunque aún no se ha fijado fecha.
«Ya tuvimos comunicación con el procurador general de Polonia y agradecemos el respaldo que nos ofreció, estamos trabajando conjuntamente con las autoridades de esa nación y esperamos que reciba la mayor sanción, porque hirió lo más sensible del ser humano, que fueron los menores», reiteró.
Aunque formalmente los padres de tres de los niños, víctimas de abusos por parte del religioso, se querellaron formalmente en contra del cura, la fiscalía de Santiago, estima que las víctimas pueden ser 15.
La fiscalía local sustenta su percepción partiendo como evidencias, de que entre las más de dos mil fotos halladas a Gil en un archivo personal de su ordenador, se encontraron las imágenes de quince adolescentes que vestían ropa interior de mujer, durante el registro realizado a su domicilio de Juncalito por las autoridades dominicanas, después de que el sacerdote escapara a Polonia.