Ourense, 8 feb (EFE).- Placeros de Ourense lamentan los efectos de las borrascas sucesivas que azotan Galicia y apuntan que el parón obligado en la actividad pesquera se «deja sentir» en la plaza de abastos, donde los puestos muestran menos pescado del habitual.
«Hay menos barcos que salen al mar», lo que hace que no se pueda encontrar en los puestos «el pescado que debería haber si todo funcionase con normalidad», detalla a Efe uno de los vendedores, oriundo de O Grove (Pontevedra).
Los mayores problemas a los que se enfrentan los vendedores, desde sus puestos de venta de pescado, en su mayoría procedente de «A Coruña y, fundamentalmente de Vigo, de donde llega gran parte del pescado de altura y de costa», tienen que ver con la ausencia de «pescado de costa», debido a la reducción tanto de la variedad como del volumen de producto, un hecho que ha repercutido en los precios.
«La merluza, que andaba muy bien de precio, ha subido», comenta este negociante que prefiere no dar su nombre.
El precio de este pescado actualmente se sitúa en los «ocho euros en la lonja, cuando normalmente está a cinco o 5,50 euros», explica.
Lo mismo sucede con el resto de especies.
Así, el importe del rapante, habitualmente a «8,50 euros el kilo», actualmente se encuentra en «los 12 euros»; mientras el lenguado, que la semana pasada estaba a 15 euros «hoy está a 20», abunda.
El vendedor atribuye este encarecimiento a que «hay menos cantidad» de la habitual.
Los puestos, habitualmente llenos de productos del mar, se encuentran semi-vacíos, y notoria es la ausencia de «pescadilla, faneca y rodaballo».
En el caso del lenguado «ha venido poco», detalla este hombre.
A pesar de todo, el vendedor de la plaza advierte, y como él lo hacen sus compañeros, de que, al contrario de lo que muchos piensan, todavía hay pescado.
«Lo que hay es menos variedad, pero sí hay pescado fresco», esgrime alguien que confía en que pronto vuelva el buen tiempo puesto que un clima adverso «hace que la gente salga menos de casa».
