Berlín, 7 feb (EFE).- La fiscalía estatal alemana en Duisburgo (Oeste de Alemania) planea formalizar en los próximos días las acusaciones contra diez sospechosos por la tragedia del festival Loveparade de 2010, en la que murieron 21 jóvenes, entre ellos dos españolas.
El diario «Westdeutsche Allgemeine Zeitung» cita hoy fuentes judiciales según las cuales la fiscalía tiene previsto dar este nuevo paso en el proceso «a principios de la semana que viene».
Si finalmente son diez los acusados, como ya han apuntado medios locales, la fiscalía ha optado por recortar la cifra inicial de 16 sospechosos con la que se especulaba desde hace meses.
Este número ya fue polémico porque, según algunas filtraciones periodísticas, dejaba fuera de la investigación judicial a algunos directivos de la organización y altos cargos del Ayuntamiento de Duisburgo que estuvieron relacionados con la celebración del festival.
El 24 de julio de 2010 21 jóvenes murieron, en su mayoría asfixiados o aplastados, y otros 500 resultaron heridos por una avalancha humana en el túnel de acceso a la Loveparade, el acontecimiento de música «tecno» más multitudinario del mundo y que a raíz de esta tragedia no ha vuelto a organizarse.
Entre los 21 muertos en aquel siniestro figuran las españolas Clara Zapater y Marta Acosta, dos estudiantes de Erasmus de 22 años en la Universidad de Münster que habían acudido al festival para celebrar el fin de curso.
Según medios alemanes, los fallos en la seguridad del recinto, la ausencia de salidas de emergencia, la ausencia de cámaras y la mala señalización fueron las causas más probables de la catástrofe, por la que dimitió en febrero de 2012 el alcalde de Duisburgo, Adolf Sauerland.
No lo hizo acosado por la justicia, sino después de que una abrumadora mayoría de sus conciudadanos votara en un referéndum a favor de su cese, por considerarlo en parte responsable de lo ocurrido.