Hannover (Alemania), 13 ene (dpa) – Volar nunca fue tan seguro como ahora, a un siglo del despegue del primer avión comercial, por lo menos eso indican las estadísticas.
La Agencia Europea de Seguridad Aérea y muchos expertos independientes llegan a la misma conclusión: la probabilidad de que se caiga un avión es hoy en día ínfima.
Al mismo tiempo, el ramo registra un crecimiento vertiginoso. En 2013, la cifra de pasajeros superó por primera vez la marca de los 3.000 millones, a la que se sumaron 50 millones de toneladas de carga, según cifras de la federación internacional IATA.
Más de ocho millones de personas utilizan a diario el avión como medio de transporte. Un balance de la organización alemana JACDEC (Jet Airliner Crash Data Evaluation Centre: Centro de Evaluiación de Datos de Accidentes de Jets), un total de 251 personas perdieron la vida el año pasado en un accidente de un avión civil.
También contribuyeron las mejoras en la infraestructura de los aeropuertos y el control aéreo así como los criterios de seguridad que rigen a nivel mundial.
Sin embargo, no todo es perfecto en el firmamento, advierte Martin Locher, capitán con 9.000 horas de vuelo en el haber. «La tecnología es cada vez más compleja y difícil de dominar», señala el viceportavoz de la asociación alemana de pilotos Cockpit.
«En Europa tenemos criterios muy altos de seguridad, pero no podemos dormirnos en los laureles», previene Locher. «El fuerte aumento de tráfico aéreo nos está llevando al límite de la capacidad y este es crítico especialmente en los aeropuertos» en los que los controladores coordinan en segundos una creciente densidad de aviones.
Por ello no faltaron «incidentes serios» en los registros de 2013 ni tampoco un número relativamente elevado de decisiones erróneas que condujeron a aparatos a la pista equivocada.
Estos incidentes provocaron numerosos cambios en la lista de las 60 aerolíneas más seguras del mundo, en la que la distancia entre las primeras es sumamente estrecha. Debido a que los criterios de seguridad son extremadamente altos, los incidentes más pequeños se vieron plasmados en el ránking.
«El escalafón mundial de seguridad pone de relieve ante todo que el tráfico aéreo ha alcanzado un alto nivel de seguridad», opina Dietmar Plath, redactor jefe de la revista «Aero International», que publica en su edición actual la lista anual de la JACDEC.
Por Ralf E. Krüger