Cheque en blanco para la persecución de Hermanos Musulmanes en Egipto

egiptoEl Cairo, 26 dic (dpa) – El gobierno egipcio anunció el miércoles que a partir de ahora los Hermanos Musulmanes serán considerados una organización terrorista. Pero la Justicia y las autoridades ya llevaban meses actuando con mano dura contra la organización islamista.

El islamista Mohamed Mursi, derrocado en julio pasado por el Ejército, permaneció encarcelado desde entonces en un lugar secreto, hasta que en noviembre comenzó el juicio en su contra. Tanto él como casi todos los líderes de los Hermanos Musulmanes están en prisión provisional, mientras son juzgados o esperan a serlo, por acusaciones un tanto controvertidas.

Las protestas de los seguidores de Mursi fueron reprimidas con brutalidad por la policía, con un saldo de 1.400 muertos. Un joven de 15 años que pegó en su regla el símbolo de los islamistas pasó varios días en prisión preventiva. Su padre todavía está tras las rejas.

Durante el año en que Mursi estuvo al frente del país, tampoco los islamistas tuvieron contemplaciones. También ellos permitieron que la policía golpeara y disparara a los manifestantes y se iniciaron numerosos procesos contra periodistas críticos por «delitos de lesa majestad». Pero la intensidad de la persecución contra los islamistas desde la caída de Mursi dejó en un segundo plano la actuación previa de éstos.

La catalogación de los Hermanos Musulmanes como organización terrorista aumenta las posibilidades de represión. El anuncio del gobierno de considerar terroristas a los islamistas de esta agrupación estuvo precedido de un atentado, el pasado martes, contra el cuartel central de la policía en la ciudad de El Mansura, en el delta del Nilo.

En el ataque murieron 16 personas, entre ellas 14 policías, y el jefe provincial de la policía resultó herido. Aunque el grupo yihadista Ansar Beit al Makdis -cercano a Al Qaeda y activo en el Sinaí- asumió el atentado, el gobierno presupone que detrás de lo ocurrido están los Hermanos Musulmanes.

Las autoridades no han presentado pruebas de que los Hermanos sean responsables del atentado, pero las acusaciones se ajustan a la actuación de la Justicia contra Mursi y otros líderes islamistas. En una de sus últimas acusaciones, la fiscalía les acusa de terrorismo y espionaje.

La medida adoptada el miércoles con el beneplacito del Ejército trasluce además cierta confusión. Entre la población aumenta el descontento por el aumento de los precios y el desempleo.

«Hay una parte del gobierno que defiende la idea de que todos los problemas del país se solucionarán al declarar terroristas a los Hermanos Musulmanes», explicó el abogado de derechos humanos Malek Adli. «Pero por su puesto, no es así».

El Ejército y el gobierno quieren sobre todo lograr que el próximo referéndum sobre la nueva Constitución se celebre sin sobresaltos. Y nadie se puede imaginar que la votación, que se celebrará el 14 y 15 de enero, vaya a resolverse con otro resultado que un convicente «sí». Y es que, con la estigmatización de los Hermanos Musulmanes como terroristas, el aparato del Estado ha recibido un cheque en blanco para garantizar un referéndum libre de altercados.

Por Gregor Mayer